El Cristo de la Victoria (1720-1735) del templo parroquial de Santa María de Aguas Vivas en Hervás (Cáceres) está claramente inspirado en el Cristo de la Victoria o de los Dolores de Badajoz que ya hemos analizado, una obra inspirada, a su vez, en el famoso Cristo de la Victoria de Serradilla.

La talla de Hervás muestra todos los rasgos del escultor e imaginero badajocense Francisco Ruiz Amador (1676-1748), mostrando un buen estado de conservación, si bien quizás los ojos no sean los originales. La policromía seguramente es del taller de Alonso de Mures.

El paño de pureza es el más típico del taller de Ruiz Amador, con el cordón visible y pegado a la moña. Muestra también las clásicas posturas de las manos del artista, con el dedo índice muy separado, y los dos característicos pliegues por encima de su ombligo, así como la marcada musculatura de la parte superior de sus piernas. Otros caracteres son las heridas abiertas en rodillas y codos, la barba bífida y ondulada y el cabello muy liso y relamido.

El conjunto, que procesiona el primer sábado de mayo desde la parroquia hasta la ermita de San Andrés -en la llamada Romería de la Bendita Cruz- se asienta en unas rocas con los típicos cortes que podemos ver en la Piedad de Badajoz, el Cristo de los Cordeles de Plasencia y otras obras de Ruiz Amador.

Incluimos también el Cristo de los Dolores del Museo de Arte Sacro de Jerez de los Caballeros (Badajoz), talla procedente del templo de Santa Catalina. Hasta que Pedro Castellanos la ha atribuido al taller de Badajoz de Francisco Ruiz Amador, concretamente a su hijo -llamado también Francisco- se la consideraba anónima y del siglo XVIII. Para Castellanos puede datarse sobre los años 30 del siglo XVIII.

FUENTES

CASTELLANOS, Pedro. "Vida y obra del escultor badajocense Francisco Ruiz Amador (1676-1748). En el 275 aniversario de su muerte", en Fragmentos de la historia de Badajoz, 24-09-2015 (actualizado el 15-01-2024).