La cronología de la aparición del Buen Pastor en el álbum de iconografía cristiana no es exacta en sus orígenes por la falta de documentación, pero su historiografía lo data sobre finales del siglo II o principios del III. Al no existir documentación escrita, su datación hay que situarla dentro de un contexto histórico; estudio de acontecimientos que por lógica justifican la existencia de estos iconos religiosos de la protohistoria del cristianismo.

Deja de estar de moda a partir del siglo VI por la aparición de una iconografía propia de Jesús y desaparece su representación durante toda la Edad Media para volver entre los siglos XV y XVI, sobre todo en Francia y Portugal. En los siglos XVII y XVIII surge una nueva interpretación de la imagen versionada en género femenino que da lugar a la encarnación de la Divina Pastora, y desde el XIX el uso de su figura queda relegado a un segundo plano.

Casi precisamente en el XIX, el escultor e imaginero granadino Manuel González Santos realiza una escultura del Buen Pastor para el Oratorio de la Santa Cueva de Cádiz -fechable alrededor de 1793-1796, cuando el arquitecto Torcuato Benjumeda realiza las obras de la capilla alta del edificio-, junto con otra talla documentada de la Virgen de la Soledad y una imagen de Jesús Caído que se le atribuye.

La imagen gaditana del Buen Pastor, venerada en la capilla alta u oratorio del Sacramento justo frente a la puerta del mismo, está valorada como una de las imágenes de más valor artístico del conjunto. Realizada en terracota policromada, aparece caminando por una montaña escabrosa, con los pies heridos, cargando su mano izquierda sobre el báculo y sosteniendo en sus hombros con la derecha a la oveja perdida; al mismo tiempo le dirige el rostro con semblante plácido y amoroso hacia la oveja, asegurándole misericordia y perdón.

Patrón Sandoval y Espinosa de los Monteros atribuyeron a Manuel González, apodado "el granadino", otra escultura del Buen Pastor, esta vez tallada en madera de pino, que se encuentra en la Parroquia de San Francisco de Asís, de Tarifa (Cádiz), por su extraordinario parecido con la de la Santa Cueva.

FUENTES

ANTÓN SOLÉ, Pablo. La Santa Cueva de Cádiz, Ediciones de la Caja San Fernando de Sevilla y Jerez, Sevilla, 1996, p. 14.

PATRÓN SANDOVAL, Juan Antonio y ESPINOSA DE LOS MONTEROS SÁNCHEZ, Francisco. "La obra del escultor neoclásico Manuel González "el granadino" en la iglesia de San Francisco de Tarifa", en Aljaranda, n º 64, Ayuntamiento de Tarifa, 2007, p. 28.  

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