FÁBULAS DE VELÁZQUEZ: MITOLOGÍA
E HISTORIA SAGRADA EN EL SIGLO DE ORO

20/11/2007


 

 

Como parte del programa inaugural de su ampliación, el Museo Nacional del Prado de Madrid inaugura hoy la exposición Fábulas de Velázquez (anunciada en principio como Velázquez, Pintor de Historia), primera muestra que explora y profundiza en la faceta del maestro sevillano como pintor de historia.

La exposición reúne 28 obras realizadas por Diego Velázquez, junto a otras 24 de diecisiete artistas diferentes que permitirán al público apreciar el contexto creativo en el que el sevillano realizó algunas de las pinturas más significativas de su carrera. Entre las obras de Velázquez que podrán admirarse en la exposición se incluyen doce préstamos, como la famosa Venus del Espejo, procedente de la National Gallery de Londres, una de las obras más emblemáticas del artista que se conserva fuera de España.

Las 52 obras reunidas en la exposición Fábulas de Velázquez abarcan temas que proceden de la historia sagrada, la mitología o el mundo antiguo, en un afán por describir la originalidad que Diego Velázquez alcanzó en los mismos, su extraordinaria versatilidad técnica y la evolución de su arte en las más de cuatro décadas de su carrera. Para ello, las 28 obras del maestro sevillano se enfrentan con otras 24 de artistas diferentes, describiendo de manera general la respuesta del artista a los estímulos creativos externos.

Entre estas últimas, figuran sendas esculturas de Juan Martínez Montañés y Gregorio Fernández, pinturas de autores anteriores como Tiziano y Caravaggio, obras de los grandes artistas españoles de su generación y la anterior, como El Greco, José de Ribera y Francisco de Zurbarán; y piezas de los principales pintores extranjeros en activo cuya obra conoció y en algún caso le influyó como el flamenco Peter Paul Rubens, los franceses Nicolas Poussin y Claudio de Lorena o los italianos Guercino, Guido Reni o Máximo Stanzione.

 

 

La selección velazqueña estará formada por las composiciones de Velázquez de carácter sagrado o mitológico que conserva el Museo del Prado, junto a otras importantes pinturas del artista como Cristo en Casa de Marta y María, Inmaculada Concepción y San Juan Evangelista, de la National Gallery de Londres; San Pablo, del MNAC; La Cena en Emaús, conservada en Dublín; La Túnica de José, del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (que se podrá ver junto a La Fragua de Vulcano); o La Tentación de Santo Tomás, guardada en Orihuela. 

Entre las obras de otros autores presentes en la muestra cabe destacar El Triunfo de David, de Poussin; San Juan Bautista, de Juan Martínez Montañés; José y la Mujer de Putifar, de Guido Reni; Demócrito, de José de Ribera; Inmaculada Concepción, de Alonso Cano; o Heráclito, de Peter Paul Rubens.

Con esta propuesta, en la que las obras velazqueñas compartirán protagonismo con las de los grandes artistas mencionados que fueron para él, no sólo fuente de inspiración, sino también un punto de partida del que distinguirse, el público podrá advertir como las obras de Velázquez difieren en su tratamiento pictórico de las de artistas anteriores e incluso contemporáneos suyos a pesar de las similitudes.

Para ello, algunas de sus obras más representativas se mostrarán emparejadas con las de otros grandes artistas de temática similares, como Los Borrachos y Joven con Cesto de Frutas de Caravaggio, la Venus del Espejo y Las Tres Gracias de Rubens, o Cristo Crucificado y el Cristo Yacente del escultor Gregorio Fernández.

 

Hasta el 24 de febrero de 2008 en el Museo Nacional del Prado de Madrid

 

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