TRICENTENARIO DE IGNACIO VERGARA II (VIII)
INMACULADA CONCEPCIÓN

Santiago Rodríguez López


 

 
 

 

De los varios encargos que el escultor Ignacio Vergara satisfizo para la ciudad de Cádiz, destaca sobremanera el espléndido conjunto de obras realizadas en torno al año 1768 para la Iglesia del desaparecido Convento de Franciscanos Descalzos, integrado por las hechuras de San Antonio de Padua, San Pascual Bailón (ambas analizadas en la anterior entrega) y la Inmaculada Concepción.

Esta última representación inmaculista es una de las obras más emblemáticas de su producción, tanto por la característica composición serpenteante como por la inclusión del espléndido grupo de figuras infantiles, conservado esta vez de forma íntegra, que vuelan alrededor del orbe sobre el que se yergue la Virgen.

Con rostro aniñado y ataviada de blanco y azul, la imagen de María se adscribe a los presupuestos iconográficos habituales para la figuración de su Purísima Concepción. Junto a la serie de elementos propios de la visión del apocalipsis, como la luna creciente o la corona de estrellas, los atributos de las letanías portados por los pequeños ángeles situados a sus pies debieron completar la composición. De aquellos elementos, sólo se conserva un fragmento de flecha que el ángel situado a la izquierda de la Virgen se dispone a clavar sobre la serpiente que ésta pisa, simbolizando de esta manera el dominio de su pureza sobre el pecado.

 

 

 

El conjunto no se halla exento de ese corte berniniesco tan característico en la producción de Ignacio Vergara, acusando una notable influencia de las esculturas napolitanas y genovesas que, de forma contemporánea a su hechura, llegaron a las costas mediterráneas. Se ha reiterado con especial énfasis el paralelismo entre la Inmaculada Concepción gaditana y las versiones que del mismo tema llevaron a cabo Pierre Puget o Filippo Parodi, especialmente en lo que respecta al esquema compositivo de la figura.

Reiterando esta composición de forma literal se conserva una pequeña obra en la Iglesia de la Victoria del municipio gaditano de Puerto Real (imagen superior), cuya hechura fue relacionada directamente con el escultor por Francisco Espinosa de los Monteros (ver enlace inferior).

Con ambas imágenes habría que relacionar la Inmaculada de Santa María de Gracia, en Cartagena, obra destruida (imagen inferior) que reiteraba punto por punto todos los rasgos formales presentes en las Inmaculadas de Cádiz y Puerto Real; consta documentalmente el trabajo de Ignacio Vergara para los Agustinos de Cartagena, así como varias obras ejecutadas por su discípulo José Esteve Bonet para aquella ciudad, por lo que cabría vincular aquella obra desaparecida con esta fructífera relación comercial.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

BUCHÓN CUEVAS, Ana María. Ignacio Vergara y la Escultura de su Tiempo en Valencia, Valencia: Secretaría Autonómica de Cultura y Política Lingüística de la Generalitat Valenciana, 2006, pp. 298-331.

ENRILE DE, José Nicolás. Paseo-histórico artístico por Cádiz. Cádiz: Tipográfico de F. Arjona, 1843, p. 60.

IGUAL ÚBEDA, Antonio. "Un gran escultor del siglo XVIII. Ignacio Vergara Gimeno", en Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, año XXXVII, tercer trimestre, Madrid, 1929, p. 175.

LÓPEZ JIMÉNEZ, José Crisanto. "Obras de Ignacio Vergara y José Esteve Bonet", artículo publicado en Cádiz de Imaginería Barroca Mediterránea, desde Nápoles y Génova a Levante y Sur de España, Archivo de Arte Valenciano, nº 35, 1964, pp. 30-40.

ORELLANA Y MOCHOLÍ, Marco Antonio de. Biografía Pictórica Valentina o Vida de los Pintores, Arquitectos, Escultores y Grabadores Valencianos (Ms. Ca1800), Valencia, edición de 1967, p. 422.

 

Fotografías de Puerto Real (Cádiz) de Francisco Espinosa de los Monteros

 

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