En 2006 los historiadores Lorenzo Alonso de la Sierra Fernández y Francisco Espinosa de los Monteros llegaron a la conclusión, tras una exhaustiva labor investigadora y documental, de que la imagen de Nuestra Señora de la Amargura, titular mariana de la Hermandad de la Vera Cruz de Puerto Real (Cádiz), sería obra de Salvador Carmona, siendo realizada en torno a 1761, año en que fue bendecida un 18 de diciembre.

El destino de la dolorosa fue el Convento de San Agustín de Cádiz, donde permanece expuesta al culto hasta 1941, año en que pasa a ser titular de la cofradía gaditana de Humildad y Paciencia, que la sustituye a mediados de la década de 1960 por una obra moderna de Sebastián Santos. Tras varios años abandona y afectada parcialmente de un ataque de xilófagos, es entregada a la citada corporación de Puerto Real, volviendo a procesionar en 1972.

El análisis de la documentación histórica ha llevado a estos investigadores a descubrir que esta dolorosa fue realizada junto a un grupo de la Visión de San Antonio de Padua -que aún se conserva en San Agustín- por Salvador Carmona. El análisis estilístico de ambas imágenes así como una serie de detalles que han quedado a la luz tras la restauración llevada a cabo por el jerezano Agustín Pina Calle, en la que se recuperó la policromía original y el juego de manos primitivas entrelazadas, confirman la adjudicación a este excelente artista.

La producción de Carmona evolucionó desde los cánones barrocos, acercándose finalmente hacia el neoclásico, hecho este explicable por su participación como Director de Escultura en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, de la cual fue uno de sus fundadores.

Es dentro de dicha etapa en la que se engloba la imagen de la Virgen de la Amargura, relacionable estilísticamente con las últimas obras para las iglesias del Real Sitio de La Granja de San Ildefonso (Segovia), especialmente con la Virgen de la Soledad (cuyas manos son prácticamente idénticas a las de la Amargura), Santa Rita y el relieve del Padre Eterno, todas ellas para la iglesia del Rosario de la localidad, así como con la Virgen de la Piedad y el Cristo recogiendo las vestiduras para Salamanca, imágenes realizadas en 1760-1761 que comparten con la puertorrealeña el corte ovalado del rostro, la boca pequeña, la nariz recta y redondeada o el cuello recto y largo, la barbilla redondeada, el dibujo de los labios y el corte de ojos y párpados entre otros detalles.

La Virgen de la Amargura quedaría datada entre 1759, año en que se documenta una dolorosa de vestir de este escultor que se podría corresponder con esta talla, y 1761, año de su bendición.