ANDRÉS DE CARVAJAL (IV)
JESÚS DE LOS AZOTES Y COLUMNA (MÁLAGA)

José Manuel Vera Mellado


 

 
 

 

En 2006, la imagen del Cristo de Azotes y Columna, de las Cofradías Fusionadas de San Juan, de Málaga, fue restaurada por el profesor Juan Manuel Miñarro López. Fruto de esta restauración, en la que se desproveyó a la imagen de una gran cantidad de yeso que ocultaba el modelado original, podría adjudicarse su ejecución a Andrés de Carvajal y Campos (1), merced a la similitud de rasgos estilísticos entre ésta y otras de su producción, sobre todo con el Cristo Amarrado a la Columna de Antequera, en cuanto a su rostro, y con el de Estepa, en la posición de las piernas.

La posición de brazos y manos es similar al Cristo de la iglesia antequerana de Belén, superponiendo el brazo derecho al siniestro, pero a una altura más baja que en la de aquél, bien por expreso deseo del cliente o, probablemente, debido a que la columna de plata, carey y nácar que actualmente le acompaña fuese anterior a su hechura. En este sentido, cabe reseñar que este maravilloso balaustre es datado por algunos autores a principios del siglo XVIII, posiblemente con procedencia iberoamericana (2), comenzando el imaginero alpujarreño su carrera escultórica en Antequera casi en la segunda mitad de la centuria dieciochesca.

De hecho, el actual Señor de Azotes y Columna no fue la primera imagen de esta antigua cofradía. Las primeras reglas documentadas de la fraternidad se remontan a 1730, cuando residía en el desaparecido Convento de San Luis el Real, de la Plaza de San Francisco. En dicho templo existía desde, aproximadamente, un siglo antes, una capilla del Cristo de la Columna, perteneciente a los herederos de la familia Ventimiglia, nobles procedentes de Italia que, como señalan Llordén y Souvirón, iniciaron el culto a dicha advocación hacia 1646, por lo que se deduce que hubo una imagen anterior, ya que las formas de la actual efigie se datan en el Setecientos (3). Probablemente, este primer titular estuviera atado a una columna de fuste bajo, que habría sido reemplazada por la actual ya comenzado o mediado el siglo XVIII. Es por ello que Carvajal, que en otras obras de iconografía análoga había optado por una columna de fuste alto, simulando el mármol y rematada por capitel corintio, se viera en este caso condicionado a realizar una posición de brazos más baja para adaptarla a la columna supuestamente preexistente.

No obstante las similitudes encontradas entre las imágenes referidas, comprobamos cómo, en el caso de que el malagueño Señor de Azotes y Columna ciertamente fuese gubiado por él, existen características diferenciadoras que nos llevan a ensalzar aún más el interés de Carvajal en aportar matices diferenciadores a sus esculturas, añadiendo en el caso malacitano un escorzo del tronco y una mayor zancada, dotándola de más movimiento que la antequerana.

La sección de la imagen en tres trozos y su inclusión en unos bidones de carburo para evitar su quema tanto en 1931 como en 1936, y una desafortunada restauración por parte de Mario Palma en 1983 -además de las restauraciones y modificaciones sufridas con anterioridad: sabemos que el diario "La Unión Mercantil" cita en 1917 que la imagen del Cristo ha sido restaurada y, en 1931-1932 y 1938, realizaron lo propio José María Palma y el escultor sevillano Francisco Cortés Caballero, respectivamente (4)-, han deformado de tal forma la imagen que, pese a la correcta intervención de Juan Manuel Miñarro, dista mucho de lo que originalmente fue (5).

La restauración efectuada por Miñarro ha querido recrear la policromía que empleaba el escultor de la calle antequerana del Gato, lo cual consigue a medias, ya que, si bien las carnaciones, veladuras y huellas del flagelo lo acercan a su posible origen, el restaurador sevillano aplica un tono de piel tostado, alejado de la rosácea y pálida tez supuestamente primitiva.

Otro indicio de que la autoría de la imagen de Jesús de Azotes y Columna, titular de las Cofradías Fusionadas de Málaga, podría corresponder al escultor Andrés de Carvajal es la coincidencia en el tipo de material en que está realizado, la madera de pino rojo, que fue utilizada, a su vez, en los otros casos expuestos (6).

 


 

BIBLIOGRAFÍA

(1) http://www.lahornacina.com/noticiasrestauraciones.htm

(2) JIMÉNEZ VALVERDE, Francisco. "Catálogo de grupos de misterio", en Málaga Penitente. Historia de la Semana Santa de Málaga y su Provincia, Gever, vol. II, Sevilla, 1998, p. 246.

(3) LLORDÉN SIMÓN, Andrés y Sebastián SOUVIRÓN UTRERA. Historia documental de las cofradías y hermandades de Pasión de la ciudad de Málaga, Delegación de Cultura del Excelentísimo Ayuntamiento de Málaga, 1969, pp. 135-136; CLAVIJO GARCÍA, Agustín. La Semana Santa malagueña en su iconografía desaparecida. 500 años de plástica cofradiera (1ª parte), Arguval, Málaga, 1987, pp. 225-228.

(4) CLAVIJO GARCÍA, Agustín. La Semana Santa malagueña en su iconografía... op. cit., pp. 230-233.

(5) http://www.lahornacina.com/noticiasrestauraciones2.htm

(6) http://www.elsoldeantequera.com/ssanta2002/cristo.html

 

Nota de La Hornacina: Extracto del artículo "Andrés Carvajal y el Pasaje de la Flagelación",
publicado en la revista Carrera Oficial, nº VII, Cádiz, Cuaresma de 2009, pp. 55-58.

 

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