LA ICONOGRAFÍA DEL BUEN PASTOR
DARÍO FERNÁNDEZ

14/06/2025


 

 

Ya hemos dicho que los orígenes de la figura del Buen Pastor lo encontramos en la imagen romana de Orfeo de la mitología romana, que porta un cordero entre los brazos y simboliza la filantropía. Sin embargo, también encontramos más antecedentes iconográficos en la escultura del Moscóforo, de origen griego, que presenta una composición similar. Otro anticipo lo tenemos en Hermes (Crióforo), que lleva la oveja al sacrificio, Endimión y Aristeo. Estos mitos de la cultura precristiana son la herencia que sirvieron de inspiración a la joven iglesia para elaborar el material simbólico y así poder desarrollar la bondad redentora de la imagen de Dios.

Con esta escultura del año 2014, el escultor e imaginero Darío Fernández (Sevilla, 1973) modernizó la iconografía tradicional sevillana de Cristo como Buen Pastor, acercándola al mundo cotidiano y familiar. Realizada para el complejo parroquial homómino de Islantilla (Huelva) junto con una imagen de María como Divina Pastora, está ambientada en el relato del evangelio de Lucas (Lc 15, 4-5) en el que el mismo Jesús relata la parábola:

 

"Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra la carga sobre sus hombros, lleno de alegría".

 

Jesús carga sobre su hombro derecho una oveja a la cual sujeta con el brazo derecho alzado, mientras que dispone el izquierdo para sujetar el cayado, elemento pastoril que, trasladado al cristianismo, ha sido interpretado también como instrumento para ahuyentar al demonio. La imagen está dispuesta con el pie izquierdo avanzado, cargando el peso sobre el mismo para dar impresión de caminar sobre una base de piedra.

A pesar de todo su aparente realismo, la figura está llena de contrastes simbólicos entre las anatomías visibles, tratadas con el esmerado realismo propio de la imaginería sevillana sobre aparejo en tonos suaves y mates, y la aridez de unos ropajes que dejan asomar el material lígneo en las aristas, lo que según algunos autores refuerza el mensaje cristiano de la figura. Llama la atención asimismo la presencia de espinos en la rocosa peana, que toman forma circular y recuerdan así la corona impuesta a Cristo tras la flagelación.

 

 

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FUENTES

https://www.lahornacina.com/articulosgranada8.htm

PATRÓN SANDOVAL, Juan Antonio y ESPINOSA DE LOS MONTEROS SÁNCHEZ, Francisco. "La obra del escultor neoclásico Manuel González "el granadino" en la iglesia de San Francisco de Tarifa", en Aljaranda, n º 64, Ayuntamiento de Tarifa, 2007, p. 25.

 

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