LA OBRA SACRA DE VICENTE LÓPEZ (1772-2022)
VÍRGENES PROTECTORAS

18/10/2022


 

 

Este importante cuadro de altar pintado hacia 1798-1803 por Vicente López, cuyo título es La Virgen de la Merced redentora de cautivos, ingresó en el Museo de Bellas Artes de Valencia a raíz de la Desamortización de Mendizábal, procedente del convento valenciano de Nuestra Señora de la Merced.

En el colosal cuadro (265,4 x 139 cm) la Virgen María, vestida con el hábito de la orden de los mercedarios, extiende su manto en un gesto de protección, atendiendo las plegarias de los familiares de un cautivo que aparece cabizbajo y arrodillado en primer término. Varias de las figuras vuelven su rostro hacia la Virgen de la Merced, en actitud implorante, mientras la Señora abre sus brazos y extiende su manto, cubriéndolos a todos amorosamente, reflejando así su título de Santa María de la Merced.

Una gran línea central marca la composición. Parece ser que el pintor reprodujo a su mujer, a sus hijos y algunos discípulos en los personajes. Sus mejores logros los tenemos en los auténticos retratos del natural. Según la tradición, fue la cuñada del artista quien posó para el ideal de belleza del rostro de la Virgen.

 

 

Una análoga estructura la utilizó posteriormente en otro monumental lienzo, La Virgen de la Misericordia rodeada de santos y pobres (1809, 297 x 197 cm). En este caso, procede de la casa-hospicio de la Misericordia. Tras el derribo de dicha institución benéfica, creada para acoger a niños, ancianos e inválidos desamparados, la pintura pasó también al museo valenciano. De nuevo su cuñada posa para María, que aparece sedente y rodeada de los santos José, Vicente Ferrer, Esteban, Andrés y Úrsula con las 11.000 vírgenes.

En la parte inferior Santo Tomás de Villanueva muestra a los necesitados la misericordia de María. López aprovechó también en este caso la galería de personajes para plasmar retratísticamente las facciones de varios miembros de su familia. Detrás de San Juan de Villanueva, el rostro que mira fijamente al espectador sería sin duda el canónigo que hizo el encargo a López para la Casa de Misericordia.

Al igual que en la Virgen de la Merced, un dinamismo barroco dispone las figuras de la Misericordia, que aparecen en gestos, ademanes y actitudes de gran intensidad; como contrapunto está la figura de María de acentos academicistas. El colorido colabora adecuadamente a estos criterios del artista, muy marcado por los lienzos de los artistas cortesanos madrileños que dominaban la Real Academia de San Fernando.

 

 

Otro gran lienzo que ilustra el papel protector de María para con los fieles, La Virgen de los Desamparados acogiendo a los pobres (1838), fue realizado por Vicente López por encargo de la reina consorte María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, que lo conservó en su palacio de Vista Alegre, en el ahora distrito madrileño de Carabanchel. Actualmente es propiedad de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson.

Esta obra responde al esquema romántico que López utiliza en sus últimos años con elementos arquitectónicos neogóticos. La delicada figura de la Señora, que se inclina hacia delante con tristeza, está influenciada -al igual que las del Niño Jesús y el ángel- por el clasicismo italiano del XVII, lo que contrasta con el realismo de la mujer y su prole que acuden a pedirle amparo, con influencias en este caso de Ribera y Murillo.

 

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BIBLIOGRAFÍA

Con información del Museo de Bellas Artes de Valencia y la Fundación María Cristina Masaveu Peterson de Madrid.

MORALES Y MARÍN, José Luis. "Catálogo", en AA.VV. Vicente López (1772-1850), Ayuntamiento de Madrid, 1989, pp. 158, 196, 204 y 286.

 

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