SALUS INFIRMORUM (XIII) LA ADVOCACIÓN DE LA SALUD EN LA ESCULTURA SACRA ANDALUZA
JESÚS DE LA SALUD - CÁDIZ

18/04/2020


 

 

Esta imagen, original del siglo XVII, se atribuye al escultor Francisco de Villegas. Es titular de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Salud, María Santísima de la Esperanza y Nuestra Señora del Amor Hermoso, fundada en el siglo XVIII y conocida popularmente como la Hermandad de las Cigarreras por los vínculos que la unen con la Real Fábrica de Tabacos de Cádiz desde al menos su reorganización en el año 1912.

Jesús de la Salud representa el pasaje del Escarnio. Su cronología suele establecerse entre los años 1624 y 1652. Aparece sentado sobre un sitial con expresión de tristeza y mansedumbre mientras recibe las burlas de los verdugos después de haber sido coronado de espinas. De hecho, figura con todos los atributos correspondientes a su condición de Ecce Homo: corona de espinas, caña -de orfebrería en ambos casos- y una túnica que suele ser roja o morada en alusión al color del manto con el que fue vestido para mofarse de su realeza.

La efigie, que muestra ya las primeras torturas infligidas a Cristo durante la Pasión, inclina un rostro humillado que posee los ojos ligeramente entornados por el castigo, la nariz recta y alargada, y jugosos labios entreabiertos que, junto a la barba bífida y abundante, recuerdan los modelos montañesinos. Lleva además larga peluca de pelo natural en tonos oscuros y las manos atadas sobre el regazo por su condición de reo. En las cálidas carnaciones observamos numerosos regueros de sangre, heridas y hematomas, al presentarse instantes después de serle impuesta la corona de espinas y recibir los azotes amarrado a la columna.

El aspecto que presenta actualmente obedece en parte a intervenciones posteriores, destacando las practicadas en el siglo XX por Miguel Láinez Capote (1958) y José Manuel Bonilla Cornejo (1991). Según información de la Hermandad de las Cigarreras, consta que en 1931 y 1936 pudo salvarse de los incendios que sufrió el Convento de Santo Domingo, sede canónica de su corporación, gracias a la intervención de algunos de sus devotos; en el primero de los disturbios, las llamas llegaron a afectar la zona de los ojos -para preservarlo fue vestido de militar y escondido en un domicilio-, y en el segundo tuvo que ser desmontado y separados los pies del cuerpo.

 

 

La influencia de Martínez Montañés en la escultura sevillana del siglo XVII se generó a partir de los artistas que se forman en su taller y en otros escultores coetáneos que asumieron rasgos de su estilo. Francisco de Villegas, posiblemente familiar de su primera mujer Ana de Villegas, es traído desde Toledo. Se conserva la carta de pago de Juan Martínez Montañés a Juan de Nebra, arriero, por traer a un niño llamado Francisco desde Toledo por diez ducados para entrar como aprendiz en la casa del escultor (13 de mayo de 1606).

El Archivo Histórico Provincial de Sevilla destaca escrituras localizadas en el fondo de Protocolos Notariales de Sevilla referidas a la actividad en el taller, una verdadera escuela de arte que da como fruto escultores como Francisco de Villegas, Juan de Mesa o Alonso Álvarez de Albarrán, entre otros, que se inician como aprendices y llegan a ser maestros del arte de la escultura, difundiendo el estilo montañesino.

En 1614 Francisco de Villegas terminaría trabajando para Martínez Montañés ya como oficial según el contrato firmado el 14 de julio de 1614. En esta escritura se indica que Villegas trabajaría para el maestro por un ducado al día "y si no trabaxare los días enteros y trabaxare medios días no me ha de dar y pagar más que a dos reales e medio cada un día". La mayoría de las obras de Francisco de Villegas, ya como escultor independiente, se encuentran en Cádiz, donde difundiría el estilo del maestro.

La imagen de Jesús de la Salud procesiona sobre un magnífico paso de estilo neorrocalla labrado en Sevilla por Manuel Guzmán Bejarano (1992-1994), correspondiendo el dorado a Serafín Jiménez, que lo concluyó en 1997. Del anterior paso conserva cuatro ángeles tallados por Francisco Buiza que fueron restaurados por José María Leal Bernáldez. Las figuras del misterio, dos soldados romanos y un sayón arrodillado en actitud burlesca, pertenecen a José Pérez Eslava (1948), siendo reformadas en 1994 por José Manuel Bonilla Cornejo.

 

 

Fotografías de la Hermandad de las Cigarreras (Cádiz)

 

FUENTES

http://semanasanta.lavozdigital.es/cadiz/articulo/2012-03-04/salud-desagravio-20120304.html

https://laazoteadecadiz.wordpress.com/2017/03/28/la-noche-que-el-senor-de-la-salud-fue-vestido-de-militar

 

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