CUARTO CENTENARIO DE ANDRÉS DE OCAMPO
CRISTO DE SALAMÈ

31/05/2023


 

 

En la escultura de los territorios de la actual Latinoamérica podríamos establecer un primer momento o etapa con las obras que se remontan a las primeras fundaciones hasta fines del siglo XVI y primera década del XVII y que han llegado a la actualidad. En términos generales, constituye la expansión del renacimiento y el manierismo por Europa, conjugándose con resabios del gótico final.

En este contexto histórico-artístico de un renacimiento y manierismo en sentido amplio hay que constatar las exportaciones de esculturas, pinturas y retablos que, desde el puerto de Sevilla, llegaban a toda América. Esculturas y escultores que debieron influir en el desarrollo del arte religioso latinoamericano y que hace necesario un mínimo trabajo de campo para constatar o no estas influencias. La corona española costeó siempre una parte de los templos y catedrales americanos de cara a la evangelización del pueblo indígena.

La renovación del templo mayor de Comayagua (Honduras) supuso también el encargo en 1620 de un retablo en Sevilla al arquitecto y escultor Diego López Bueno -hijastro de Ocampo- que se halla en paradero desconocido. Dicho retablo incluía una imagen de la Inmaculada Concepción de seis cuartas de alto y dos lienzos del pintor Francisco Varela que representaban a San Juan evangelista y al apóstol Santiago.

En este mismo envío llegó un Crucificado a tamaño natural de Andrés de Ocampo para la Catedral de Comayagua, hoy situado en un retablo lateral bajo la advocación de Cristo de Salamè.

Tallado en 1619, es una obra algo más realista que el Cristo de la Fundación, tanto por su sentido anatómico, como por la composición del sudario, relacionada con las fórmulas que por aquellos años utilizaban Juan de Mesa y otros imagineros. La expresión de dolor sí es semejante a la del Cristo titular de la Hermandad de los Negritos (Sevilla), así como a la del Cristo del Descendimiento del templo hispalense de San Vicente, ambas obras ya estudiadas. El Cristo de Salamé se venera en un retablo barroco, muy posterior a su hechura.

 

 

FUENTES

HERNÁNDEZ DÍAZ, José. "Los Ocampo, imagineros giennenses del Siglo de Oro", en Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, nº 103, Diputación Provincial de Jaén, 1980.

RAMOS SOSA, Rafael. "Escultores y esculturas en la Antigua Capitanía General de Guatemala", en La consolidación del Barroco en la escultura andaluza e hispanoamericana, Universidad de Granada, 2013.

 

Fotografías de Aurora Caballero

 

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