CUARTO CENTENARIO DE ANDRÉS DE OCAMPO
SAN PEDRO Y SAN PABLO

27/05/2023


 

 
 
Foto: Guillermo Ramírez Torres

 

En opinión del historiador Camón Aznar, el imaginero Andrés de Ocampo fue el iniciador de la corriente realista que marcó a la escuela barroca del mediodía peninsular y a quien se debe la implantación parcial de los modelos romanistas en la plástica andaluza. Genial arquitecto de retablos y escultor, Ocampo recogió la herencia del arte trentino y fue golpe a golpe esbozando un primer barroco.

Nuestro artista puede situarse en la tercera generación de escultores de la escuela sevillana de escultura, aprendices de Jerónimo Hernández y Juan Bautista Vázquez el Viejo entre otros, cuando se introdujo la belleza del Renacimiento, la clásica y la expresión manierista causada por el gran Miguel Ángel. En este contexto artístico y humanista surgió su figura. Como todo gran maestro, en su taller colaboraron distintos artistas y por el mismo pasaron diversos discípulos y aprendices como Alonso de Mena o su sobrino Francisco de Ocampo.

Grandes ejemplos de todo lo anterior son las figuras de San Pedro y San Pablo para Sevilla. El primero obedece a la iconografía de San Pedro en cátedra, revestido de pontifical. Preside el retablo principal de la parroquial hispalense de dicha advocación. El santo se concertó en 1591 y luce en el retablo que labraron los Ribas. La forma abombada de la tiara con pedrería y la elegancia del rico atuendo son característicos de su época. Pieza que acredita por sí sola la maestría de Ocampo y expresa el prestigio del que justamente gozó.

Respecto a San Pablo (hacia 1606), fue considerado por Hernández Díaz una pieza importantísima en la escuela sevillana, de gran apostura, nobleza expresiva y morfológica, de atisbos miguelangelescos. Realmente singulares son los largos bucles de la barba o la compleja forma que adopta el manto sobre el vientre. La figura, de tamaño natural (170 cm), pertenece al conjunto escultórico realizado por Ocampo para el retablo mayor del templo sevillano de San Martín, quedando las pinturas a cargo de su yerno Girolamo Lucenti da Correggio.

Las trazas de dicho retablo son de Vermondo de Resta y su ejecución corrió a cargo de Diego López Bueno, hijastro de Andrés de Ocampo; quien además del San Pedro, realizó para el conjunto las esculturas que integran el Calvario del remate, las virtudes, los ángeles y otra espléndida representación de San Pedro, así como los relieves del banco que representan a San Marcos y San Juan Bautista.

 

 
 

 

FUENTES

HERNÁNDEZ DÍAZ, José. "Los Ocampo, imagineros giennenses del Siglo de Oro", en Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, nº 103, Diputación Provincial de Jaén, 1980.

AA.VV. Andrés y Francisco de Ocampo, Sevilla, Editorial dArte, 2021.

HERNANDEZ DIAZ, José. Andrés de Ocampo (1555?-1623), colección Arte Hispalense, Diputación Provincial de Sevilla, 1993.

 

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