Jesús Abades
Continuamos con el especial dedicado a las obras más relevantes
del escultor de Umbrete (Sevilla) con vistas a una futura reedición de su obra
literaria
y la creación de un certamen de imaginería en su localidad natal
Aunque la versión más conocida del escultor sevillano sobre el tema recibe culto en la Parroquia de la Concepción de la capital hispalense, la talla de Morón de la Frontera, una muestra más de la interesante escultura sacra, clásica y contemporánea que se conserva en la localidad sevillana, presenta un notable interés artístico así como evidentes diferencias estilísticas respecto al que recibe culto en Sevilla, lo que confirma la variedad de registros de Antonio Illanes, un artista cuyas creaciones, en su momento, fueron injustamente tachadas de monótonas e impersonales.
Frente al mayor dinamismo y cercanía hacia el espectador que posee la imagen del Barrio de Nervión, Antonio Illanes parece subrayar con el Sagrado Corazón de Morón el carácter solemne y hierático que presentan, en numerosos casos, estas composiciones. Es por ello que el simulacro se encuentra concebido con gran majestad, frontalismo y verticalidad, apenas inclinando la cabeza hacia el fiel. La mano izquierda se apoya sobre el pecho, mostrando al espectador el corazón espinado, mientras el brazo derecho se adelanta en señal de dar la bendición. Muy venerado en la villa, pertenece a la Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración, también conocida como la Cofradía de Santa Cruz, la cual se encarga de sus cultos.
La iconografía del Sagrado Corazón de Jesús, tal y como hoy la conocemos, tiene su origen en el año 1675 con la visión de Santa Margarita María de Alacoque, en la que aparecía Jesús mostrando a la santa las Cinco Llagas de la Crucifixión y ostentando en su desnudo torso un corazón llameante y coronado de espinas, del que brotaba sangre y la cruz del sacrificio, como símbolo del deprecio humano hacia el amor de Cristo.
En el siglo XIX se difundió notablemente esta iconografía, hasta el punto de constituir, durante la centuria siguiente y hasta nuestros días, una de las representaciones cristíferas más extendidas entre los templos del orbe cristiano, la mayoría de ellas sin interés artístico al tener carácter seriado.
Fotografía de Morón
de la Frontera de Sergio Jesús Parra Medina
Fotografía de Sevilla de Miguel Ángel Moreno Rebollo
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