EL ARTE CHINO (VII)
INCENSARIO (ARTE SONG)

Jesús Abades y Sergio Cabaco


 

 

Los primeros emperadores Song reunificaron el país, organizaron la administración y asentaron su imperio por más de 300 años, si bien tuvieron que tolerar poderes intrusos a los que no lograron someter, especialmente los Kin, que en 1125 atravesaron la Gran Muralla, ocuparon grandes zonas septentrionales y fijaron su capital en Pekín, mientras que los Song habían de trasladarse a Hang-cheu (1127) y limitar su dominio al sur.

A partir del año 1234, las tropas mongolas de Gengis Khan se abaten sobre China y, tras la muerte del terrible guerrero, un nieto suyo, Qubilay Khan, remata la conquista con la ocupación de Cantón, en el año 1279, fecha que marca el final de la dinastía Song, iniciada en el año 960.

Los trescientos años Song constituyen una época diferenciada y brillante dentro del arte chino. La cerámica, por ejemplo, alcanzó una extraordinaria variedad y calidad muy alta. En el norte se producían vasos de celadón, delicadísimo barniz verdoso, cuya superficie externa está decorada con motivos florales en suave relieve.

En general, en la cerámica song predominan las porcelanas monocromas (con preponderancia del color blanco, como el incensario de la fotografía, una pieza del siglo XII conservada en el Instituto de Arte de Chicago), pero también hay vasos con ornamentación vegetal pintada y recortada en un color oscuro sobre fondo claro, particularmente en los talleres norteños de Ts'e-cheu. Pero las elegantes formas en que las líneas toman vuelo y se funden siempre armoniosamente, suelen revestirse de monocromía: celadones verdes de Cho Kiang, azulados de Hu-nan, cremosos de Hopei, y tantos otros que exigirían una compleja clasificación por la notable cantidad de centros de producción y la gran riqueza de formas y colores.

El esplendor de la cerámica song fue fruto de diversas circunstancias: perfeccionamiento del torno, que se había hecho más rápido, y de los hornos, que podían alcanzar altas temperaturas, así como la esmerada selección de las materias y el notable aumento de la demanda a consecuencia de la popularización del consumo de té.

 

FUENTES: A.A.V.V. "El Arte Chino", en El Arte en América, África y Asia, Barcelona, 1998, pp. 212-213.

 

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