BOUGUEREAU: EL JARDÍN DE LAS DELICIAS
LA JUVENTUD DE BACO

09/11/2025


 

 

Es probable que esta obra en manos privadas (óleo sobre lienzo, 331 x 610 cm), subastada por Sotheby's en 2019, sea el reto más exigente en la trayectoria de Bouguereau. Concluida en diciembre de 1883, el artista la fechó en 1884 ya que tenía la intención de presentarla en el Salón de ese año.

En la bacanal se aprecian once figuras femeninas y masculinas de tamaño natural en un paisaje boscoso. A la izquierda, entre sombras, dos sátiros intentan sostener a Sileno, que se tambalea precariamente sobre un asno. A la derecha, también entre sombras, vemos dos centauros, uno toca un aulos o flauta doble y el otro danza a sus sones, al igual que los personajes que aparecen en el centro de la composición, todos ellos alrededor de un fauno que lleva al niño Baco sobre sus hombros.

Tal y como se desprende de las detalladas anotaciones de nombres y direcciones que figuran en los dibujos preparatorios de La juventud de Baco, la figura masculina del fauno se identifica con el modelo italiano Michel Massotti, y la femenina que aparece a su lado con Lucia Marentola. Según la famosa casa de subastas, a ambos se les pidió que posaran casi treinta veces durante el proceso de creación de la obra, un ritmo inusualmente riguroso incluso para los artistas académicos más exigentes. Además de estos modelos profesionales, Bouguereau incluyó a su nieto William, primogénito de su hija Henriette, como niño-dios Baco, indiscutible protagonista de la fiesta.

 

 

Bouguereau sugiere con este cuadro un tríptico: Baco y sus acompañantes en el centro, Sileno y los suyos a la izquierda y los dos centauros a la derecha, a los que habría que sumar el personaje masculino que toca una especie de platillos. Esta deliberada ausencia de estricta simetría permite al artista dotar de mayor dinamismo a la escena e invitar al espectador a leer el cuadro de izquierda a derecha, involucrándose con la narrativa que a medida se desarrolla.

Los numerosos y detallados bocetos revelan el esmero que Bouguereau dedicó a este proyecto y a la disposición de sus figuras, tanto individualmente como en grupo. Actitudes y posturas convencionales se entremezclan con soluciones originales, de modo que esta representación báquica resulta reconocible al instante e inconfundiblemente única.

 

 

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