OLIVARES

Jesús Abades y Sergio Cabaco


 

 

El repaso al riquísimo conjunto escultórico del municipio sevillano de Olivares, situado en la comarca del Aljarafe, queda forzosamente escaso e insuficiente, pues solamente una descripción escueta del gran número de obras que atesora la Parroquia de Nuestra Señora de las Nieves, antigua Colegiata de la localidad construida en el siglo XVII con importante reformas efectuadas en la centuria siguiente, ocuparía varios capítulos dedicados exclusivamente a ello. Las obras que hemos destacado siguen un orden alfabético.

 

   

 

Cristo de la Salud

Titular de la Cofradía de la Vera Cruz, fundada en la primera mitad del siglo XVI. Es obra anónima sevillana, realizada en el primer tercio del XVII empleando madera de pino policromada. Representa el momento inmediatamente posterior a la muerte de Jesús, sin alcanzar todavía la rigidez cadavérica. Entre los años 2001 y 2002, fue restaurado por el IAPH, donde ajustaron sus ensambles introduciendo espigas de madera, renovaron el sistema de sujeción a la cruz, eliminaron los repintes, recuperaron la policromía original y repolicromaron el sudario, anteriormente repintado, usando un tono gris verdoso. Tan magnífica imagen no es el primitivo titular de la hermandad, ya que fue adquirido en 1774 al dorador y pintor sevillano José Caro por 1.200 reales. Se venera en la Capilla de la Vera Cruz, popularmente conocida como la Capilla del Hospital por sus orígenes.

Cristo Yacente

Se trata de una vetusta representación de Cristo en el Sepulcro con la particularidad de estar provisto de brazos articulados, que permitían la celebración de la ceremonia del Descendimiento y su posterior traslado a la urna, donde procedía a hacer estación de penitencia. En el año 2003 fue restaurado por Francisco Arquillo Torres, quien consideró la imagen como una de las más antiguas de la provincia, fechando su hechura en la primera mitad del siglo XV. Ello hace suponer que fue traída por el Duque de Medina Sidonia a sus nuevas posesiones en el Aljarafe, donde erigió un hermoso palacio renacentista en la localidad.

Divina Pastora

Deliciosa efigie de talla completa que se venera en el templo parroquial. Se halla atribuida a Bernardo Gijón, imaginero inexistente que la crítica de hoy en día identifica con Francisco Antonio Ruiz Gijón (1), autor de la Divina Pastora de Santa Marina (Sevilla), primera escultura de la Virgen con la referida advocación; de hecho, presenta conexiones con dicha imagen de candelero que se venera en la capital, inspirada a su vez en el famoso lienzo de Alonso Miguel de Tovar, aunque si ésta fue bendecida el 6 de enero de 1705 y Gijón falleció el mismo año, cabe pensar que se trate de una obra del círculo o concluida por un discípulo del escultor.

Ecce Homo

Fue labrado en torno al año 1700 en el taller de Roldán y se halla en el retablo de la Virgen del Álamo. Es un soberbio busto de larga cabellera y excelente estudio anatómico, cuyo modelo sigue los postulados granadinos de artistas como Pedro de Mena, de cuyo hermano fue aprendiz el propio Pedro. Ha sido relacionado con su hija Luisa, aunque a nuestro juicio, resultaría más viable encuadrarlo, sin llegar a realizar una afirmación con certeza, en el quehacer de Matías Brunenque y su esposa María Roldán, autores de las esculturas que figuran en el retablo mayor del templo. Presenta analogías con el sevillano Nazareno de La O, el Atado a la Columna de La Orotava (Tenerife) y, sobre todo, el San José del Nacimiento que se conserva en el monasterio sevillano de Santa María de Jesús, igualmente relacionado con La Roldana o un destacado miembro del obrador familiar.

 

 

 

Jesús Atado a la Columna

La imagen dieciochesca se venera en la Capilla de Vera Cruz y está atribuida a Pedro Duque Cornejo y Roldán, aunque desde nuestro punto de vista y tras analizar sus rasgos estilísticos, no está tan claro que guarde relación con el arte del último de los Roldanes. Llaman la atención las cruentas heridas y los desgarros labrados en la madera que tiene repartidos por los desgajados hombros, brazos y espalda, propios de la producción realizada sobre esta iconografía en la primera mitad del XVIII y que no parecen ser obra de una remodelación posterior. Su estado de conservación no es muy bueno, pues la policromía precisa una limpieza y la imagen tiene varias fendas considerables. En todo caso, es una magnífica obra, tan dramática y expresiva como poco reconocida.

Jesús Nazareno

Solía catalogarse como obra granadina de finales del XVII, aunque no hay que descartar un origen sevillano. En 1953 fue retocado por Manuel Cerquera, quien sustituyó la antigua peluca por la actual cabellera tallada. Luis Álvarez Duarte lo volvió a reformar en 1975, labrándole nuevas manos y sustituyendo el primitivo candelero por un nuevo cuerpo anatomizado. En fechas recientes, ha sido objeto de una acertada recuperación por parte de Juan Manuel Miñarro, quien repuso los pies y manos originales que guardaba la cofradía en sus dependencias, devolviendo a la talla la prestancia que tuvo antaño. Dicho artista lo ha catalogado como obra gaditano-genovesa del XVIII. Su retablo data de 1763.

Retablo Mayor de la Parroquia

Tan espléndida pieza fue labrada entre 1690 y 1700 por los entalladores José Guisado y José Escobar. La decoración escultórica corrió a cargo del matrimonio formado por Matías Brunenque y María Josefa Roldán, yerno e hija de Pedro Roldán, respectivamente. Las efigies, cuya ejecución tuvo lugar entre 1697 y 1700, son la Virgen de las Nieves, San Pedro, Santiago, San Nicolás de Bari, Santo Domingo de Guzmán y varias figuras de ángeles. Se creía que todas ellas fueron realizadas por la pareja Brunenque-Roldán a excepción de dos ángeles situados en la cornisa del manifestador, labrados íntegramente por la escultora; sin embargo, recientes hallazgos de firmas a raíz de su restauración demuestran que las esculturas son obra de María Josefa. El retablo fue dorado y policromado en 1700 por los Parrilla, colaboradores habituales del maestro Roldán.

 

 

 

San José con el Niño

Otro simulacro que ha sido relacionado con el taller de Roldán y recibe culto en la Capilla Sacramental. La imagen del santo, al que el Niño mira con arrobo, es un claro exponente de la estética varonil del maestro, aunque se observan ciertas tosquedades y diferencias de calidades por zonas que hacen pensar en la intervención de distintas manos por parte de miembros no tan avezados como las hijas del maestro.

Santa Ana y la Virgen Niña

Nombramos otra vez al genial imaginero Ruiz Gijón, ya que se le considera autor de este conjunto de la Educación de María, situado en el retablo de la Capilla Sacramental, concluida en 1694. Frente a la actitud solemne de la madre, concebida como una robusta matrona de rasgos avejentados, la Hija presenta un mayor dinamismo y una primorosa expresión de felicidad en su semblante. Ambas figuras son de talla completa.

 

 

 

Niño Perdido

Al igual que el Ecce Homo, esta imagencita del Dulce Nombre de Jesús se considera una pieza roldanesca de principios del XVIII. Resulta muy curiosa la curvatura del borde inferior de la túnica, lo que unido a la abundancia de pliegues y al sentido envolvente del manto le da un efecto dinámico con marcado claroscuro. La disposición de la cabellera acusa cierto gusto por las formas montañesinas.

Virgen de la Antigua

Aunque no está documentada, parece evidente su vinculación con Gabriel de Astorga, hijo del maestro Juan de Astorga y activo durante buena parte del XIX. Presenta los rasgos típicos del creador: nariz muy recta, facciones redondeadas, boca menuda y a poca distancia de la nariz y policromía sonrosada (2). En este caso, además, muestra un semblante más sereno de lo habitual en sus dolorosas y los labios semicerrados. Es la titular mariana de la Hermandad de la Vera Cruz y sustituye a una imagen anterior, vendida en el año 1903, de la que sólo se conserva el Niño muy restaurado.

 

 

 

Virgen de los Dolores en su Soledad

Titular de la Cofradía del Nazareno, fechable hacia 1730. Puede relacionarse con la producción de José Montes de Oca, mostrando el semblante afligido, las facciones muy maduras y las manos entrecruzadas, en actitud orante. A pesar de la estructura tubular del cuello y cierta dureza en el modelado, el rostro muestra grafismos que la acercan al arte de uno de los grandes imagineros del XVIII. Ha sido restaurada por Antonio Roldán (1913), por manos anónimas que sustituyeron las primitivas manos entrecruzadas, que aún conserva, por las actuales (hacia 1939), por Luis Álvarez Duarte (1974), quien hizo nuevo candelero, y por Juan Manuel Miñarro (2002), quien rescató la policromía original.

Virgen de las Nieves

Patrona de Olivares, titular de la antigua Colegiata y una de las más bellas efigies marianas que se conservan en la localidad. Fue labrada, como hemos apuntado al comentar el retablo, entre 1697 y 1700 por María Roldán, con la colaboración de su marido Matías Brunenque, y ostenta la titularidad de la parroquia y la presidencia del retablo mayor de la misma. La magnífica escultura de la Virgen sedente con el Niño sobre un trono de ángeles presenta notorias influencias del estilo de Luisa Roldán, hermana de la autora, tanto en la delicadeza de los semblantes como en la blandura del modelado, estando concebida con gran sentido intimista a la vez que aristocrático. Su hechura importó 1250 reales, siendo entronizada en el retablo el 21 de noviembre de 1700.

 

 

Virgen del Álamo

Presenta extraordinarias analogías con la Virgen del Pajarito, obra de finales del siglo XIV que recibe culto en el municipio onubense de Cumbres de San Bartolomé, hasta el punto de atrevernos a afirmar que pudieran ser tallas salidas de una misma mano (ver enlace). Ambas comparten idénticos ademanes y composición, actitud sedente y candorosa expresividad en los semblantes. Lamentablemente, la imagen de Olivares ha sido retocada para adaptarla a los gustos imperantes del barroco.

 


 

BIBLIOGRAFÍA

(1) GONZÁLEZ ISIDORO, José. "La primitiva imagen escultórica de la Divina Pastora: iconografía, iconología y estilística", en Boletín de las Cofradías de Sevilla, nº 535, 2003, p. 610.

(2) SÁNCHEZ DE LOS REYES, Francisco Javier. "La Divina Pastora trianera como referente para un estudio de la obra mariana del imaginero Gabriel de Astorga", en Boletín de las Cofradías de Sevilla, nº 537, 2003, p. 773.

 

Artículo relacionado en este

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com