RESTAURADA UNA TALLA SEVILLANA DE ANTONIO ILLANES POR MUSAE RESTAURACIÓN

11/09/2023


 

 
 
Estado final (detalle)
 
 
 
Comparativa. Estado inicial y final (detalle)
 
 
 
Estado anterior a la restauración (detalle)

 

Hoy regresa a su sede en la Capilla de Nuestra Señora del Rosario (Sevilla) la imagen del Santísimo Cristo de las Aguas, titular cristífero de la Real, Ilustre, Antigua y Fervorosa Hermandad de la Santa Cruz y Nuestra Señora del Rosario y Archicofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de las Aguas, Nuestra Madre y Señora del Mayor Dolor y María Santísima de Guadalupe (Hermandad de las Aguas).

Como les informamos el pasado mes de junio, la restauración ha sido llevada a cabo durante los últimos meses por el equipo de la empresa Musae Restauración de Arte S.L.

La fase cognoscitiva, fundamental antes de iniciar la intervención, ha consistido en la realización de varios análisis previos fundamentales. Mediante el reconocimiento organoléptico, recopilación de datos y estudios, extracción de muestras con el examen de los distintos estratos, y observaciones realizadas gracias a la aplicación de técnicas radiológicas, se han determinado los agentes de deterioro y han ayudado a discernir un poco más su historia material.

Para todo lo anterior se ha contado con un equipo multidisciplinar compuesto por el historiador del arte Ramsés Torres, químicos y biólogos pertenecientes a Sanit-Arte, el equipo técnico de radiología Axati y las conservadoras-restauradoras Esther Soler y Ana Cordero, que, mediante la aplicación de los medios y técnicas analíticas necesarias, han obtenido datos precisos para determinar un diagnóstico riguroso de conservación general de la obra y la planificación de la intervención posteriormente realizada.

La restauración del crucificado ha permitido eliminar toda la suciedad superficial, así como sanear las grietas y aberturas del soporte, principalmente localizadas en las uniones de los brazos con el tronco y el paño de pureza.

Además, gracias a la intervención, se ha podido rescatar la estampa clásica del crucificado, respetando la fisionomía y estilo propios del autor de la imagen, Antonio Illanes, quien realizó la obra en el año 1941, como consta en el sudario junto con su firma, y con la que ganó la Primera Medalla de Plata en la Exposición Nacional de Arte Sacro en 1942. Para ello se han reintegrado con técnicas al agua áreas de la policromía que se habían perdido, y se ha completado la ornamentación tan característica del paño de pureza que se encontraba deteriorada.

 

 
 
Comparativa. Estado anterior y posterior a la restauración (detalle)

 

Clavado por cuatro clavos, el Cristo pende de una cruz cilíndrica y arbórea que muestra en el stipes superior una tablilla con el "titulus crucis" grabado en tres idiomas. Es un crucificado muerto, de fuerte sabor mesino, con la cabeza inclinada hacia la derecha. Muestra un rostro muy abatido, con los ojos semicerrados y pintados en la madera, la nariz curvada y la boca abierta, mostrando claramente la dentadura tallada. El cabello, partido a dos aguas, es abundante y ondulado, cayendo por el hombro derecho y dejando al descubierto la mitad inferior de la oreja izquierda. La bífida barba guarda idéntico modelado. Presenta unos brazos largos y anatómicamente bien formados, con la mano derecha casi cerrada y la izquierda parcialmente abierta. El tórax, ancho y fuerte, se encuentra dilatado, lo que provoca que el vientre se hunda y las caderas se estrechen. Las piernas, acordes con los brazos, están separadas. Los pies, asidos al madero a diferente altura, se superponen, con la planta del izquierdo asentada en el leño. El estrecho perizoma rodea la cintura, cubre el pubis y se recoge con una moña en la cadera derecha, cayendo un extremo del lienzo por la pierna izquierda. Los signos del martirio son muy escasos, localizándose mayormente en las cinco llagas y las contusas rodillas por las caídas en su caminar hacia el Calvario. La policromía es atezada.

En líneas generales, Antonio Illanes, cuyos rasgos faciales se reflejan en el rostro de Jesús, pretende con su obra conjugar majestuosidad y armonía, aunque acaba prevaleciendo lo primero en la composición. Su misterio procesional supone una libre interpretación de la alegoría medieval del Lagar Místico o Cristo Fuente de Vida, que muestra a Jesús en la Cruz, con un viñedo a modo de Monte Calvario que pisa con su pie descalzo mientras la sangre brota de sus llagas y es recogida por uno o varios ángeles para la salvación del mundo. De esta iconografía se han hecho varias versiones, como la que, en este caso, presenta a Jesús muerto en el madero.

A sus pies procesionan la Virgen del Mayor Dolor, San Juan Evangelista (1973), Santa María Magdalena (1998) y el ángel que recoge la sangre de Jesús (1962). Juan y la Magdalena son obras de Luis Álvarez Duarte, mientras que el ángel fue tallado por Juan Abascal Fuentes. En su origen, sólo aparecían en el misterio las figuras del crucificado y el ángel.

Dos años después de que la Virgen del Mayor Dolor fuese pasto de las llamas, el ceramista José Romero Murillo hizo una cabeza en barro a imitación de la talla dieciochesca de José Montes de Oca destruida en 1942 a consecuencia de un incendio fortuito. Dicha cabeza fue sacada de puntos y tallada en madera por el escultor e imaginero Antonio Eslava, quien también esculpió un nuevo juego de manos. En 1991, una restauración de la imagen por parte de José Manuel Bonilla Cornejo descubrió restos carbonizados en la zona trasera del busto, lo que quiere decir que, muy probablemente, se aprovechara esa zona, que no quedó consumida por el fuego, para realizar la dolorosa actual.

El actual Cristo de la Hermandad de las Aguas, tallado en madera de haya y policromado con una altura de 187 cm, es el tercer crucificado que posee dicha corporación de penitencia, tras una obra de pasta policromada fechable hacia 1600 que se conserva actualmente en el convento de dominicos de Almagro (Ciudad Real) y otro crucificado de Antonio Illanes, de 1929, que también resultó destruido en el mencionado incendio de 1942.

 

 
 
 
 
Comparativas. Estado anterior y posterior a la restauración (detalle)

 

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