Se trata de un grupo de diminutos ángeles (cada uno de ellos mide solamente 15 cm de altura), labrados por Santiago y Juan Francisco Expósito Cortés en barro cocido y policromado al óleo para acompañar al grupo de la Virgen del Carmen con el Niño, presentado en La Hornacina el 11 de diciembre de 2010.

Con la incorporación de estas siete estatuillas, que representan a figuras angélicas portando pequeñas piezas de orfebrería y escapularios alusivos a la advocación carmelita, así como de una peana y un dosel, ambos de estilo dieciochesco, los artistas han querido conferir una estética más antequerana al conjunto.

Tres de los ángeles rodean la peana, mientras dos aparecen sentados sobre ella, flanqueando las plantas de María, y otros vuelan por la parte superior del dosel, el cual está rematado por la estrella típica de la devoción marinera, un atributo que simboliza los títulos de Estrella de los Mares y Estrella de la Mañana.