OUTUMURO BCN RETRATOS

24/10/2016


 

 

Hasta el 20 de febrero del próximo 2017, Manuel Outumuro presenta en Outumuro BCN Retratos las fotografías de ochenta personajes destacados de la sociedad y la cultura vinculados a la ciudad de Barcelona, con su estética de nuevo clásico, en el Palau Robert (Passeig de Gràcia, 107).

La Generalitat de Catalunya organiza esta exposición, una lección de fotografía que pone de manifiesto la empatía, la capacidad del fotógrafo para captar con la cámara los pequeños gestos, las peculiaridades y especificidades de personajes muy diversos y también su gran inquietud por la cultura visual. Por su estudio de Barcelona han desfilado modelos, actores, actrices y representantes de la vida social y cultural del país.

Outumuro se reinventó como fotógrafo a los 40 años después de su etapa como director de arte, ilustrador y diseñador gráfico. Trabaja por encargo de las grandes publicaciones y es uno de los fotógrafos más reconocidos de nuestro país en el mundo de la moda y el retrato. Tiene editados cinco libros de fotografía y ha participado en muestras colectivas y también ha sido el protagonista de varias exposiciones individuales. Su archivo gráfico, con más de 10.000 negativos y una gran cantidad de material digital, continúa ampliándose.

En su lista de retratos barceloneses, ámbito en el que se centra la exposición, aparecen actores como Carme Elias (imagen superior), Eduard Fernàndez o Jordi Mollà; arquitectos como Ricardo Bofill u Òscar Tusquets; deportistas como Xavi Hernández o Pau Gasol (imagen inferior); periodistas como Carles Francino o Elisenda Nadal; compañeros de profesión como Leopoldo Pomés, Pilar Aymerich o Colita; modelos como Martina Klein o Verónica Blume, o escritores de la categoría de Rosa Regàs, Eduardo Mendoza o Enrique Vila-Matas.

 

 

El fotógrafo ya presentó una muestra de su obra en el Palau Robert en el año 2004 dentro del espacio que el centro dedicaba a los fotógrafos con el nombre "La vitrina del fotógrafo", que fue durante muchos años todo un referente en el mundo de la fotografía en Barcelona. Outumuro expuso fotografías y también material de su archivo: polaroid, contactos, pruebas de laboratorio, etcétera. De esta "Vitrina" surgió la idea de publicar el libro titulado TEST, una recopilación de 300 fotografías para conseguir "la fotografía".

Manuel Outumuro trabaja con el punto de pasión necesario en la obra creativa, un campo abierto e inagotable; considera que su trabajo en la moda y en el retrato "es una disciplina abierta a todo tipo de innovaciones y libertad". También pretende que la fotografía comunique algo especial a los espectadores, "porque si la imagen es buena dice cosas, tal vez diferentes, a mucha gente".

Outumuro se inspira en los grandes maestros de la pintura y en los personajes y la estética del cine para sus retratos fotográficos. Su colección de retratos reúne un abanico amplio de ciudadanos retratados bajo la mirada de Manuel Outumuro, sin hilo conductor, configurando una exposición fotográfica ecléctica.

 

 

Ante un retrato de Outumuro nunca se tiene la sensación de que el modelo haya sido pillado desprevenido, con la guardia bajada. Como si el fotógrafo, llevado por la complicidad y el respeto que siente por el retratado, hubiese renunciado de antemano al elemento sorpresa. Y, sin embargo, hay algo intrigante en sus retratos, que fascinan justamente por lo imprevisto, por su capacidad para desvelarnos algo que no habíamos visto.

Una buena fotografía es el resultado de una combinación en la que interviene la preparación, el azar y el misterio. Y es ahí donde aparece Outumuro, fabuloso compositor de imágenes, meticuloso y perfeccionista, que dibuja mediante su objetivo con el mismo afán creador con el que un pintor aborda un lienzo en blanco.

La suya es una mirada tranquila y benévola, pero también lúdica y extraordinariamente estimulante, que apela a lo que parece un artificio para acceder a la intimidad. "Busco siempre la belleza, eso es lo que me mueve", dice. "Pero para poder descubrirla es imprescindible que la persona retratada no se sienta juzgada. Y esa es una parte fundamental de nuestro trabajo, porque ante una cámara es difícil no sentirse agredido, no percibir al otro como un enemigo que nos apunta con un arma en las manos. Por algo hablamos de disparar".

Lluís Homar saca lo mejor de sí mismo cuando le pide que interprete a un ciego, y Ferran Adrià (imagen superior) queda emparentado con Picasso con una camiseta a rayas. Como las buenas pinturas, a las que evoca con ese melancólico Quim Gutiérrez trasmutado en El dios Marte de Velázquez (imagen inferior) o el picassiano Muchacho con pipa de Francesc Colomer, los retratos de Outumuro parecen hechos de tiempo y dificultad, talento e imaginación, de una observación profunda que empieza mucho antes de entrar en el estudio.

 

 

 Horario: lunes a sábado, de 10:00 a 20:00 horas; domingos y festivos, de 10:00 a 14:30 horas;
cerrado los días 25 y 26 de diciembre de 2016, y el 1 y 6 de enero de 2017.

 

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