Ha finalizado en este mes de marzo la restauración del Cristo de la Misericordia del templo de San Juan de Dios (Cádiz). La iglesia, situada en la céntrica Plaza de San Juan de Dios de la capital gaditana, perteneció al antiguo Hospital de la Misericordia, cuya fundación se atribuye a la Hermandad de la Santa Caridad. El interior de este recinto sacro alberga valiosas tallas y retablos pertenecientes a los siglos XVII y XVIII.

La Hermandad de la Santa Caridad de Cádiz confió este trabajo a la empresa Ars Nova Restauraciones, que lo inició en 2023. La intervención ha sido acometida por Fabián Pérez Pacheco, restaurador e historiador del arte. Desde Ars Nova quieren agradecer a la Hermandad de la Santa Caridad de Cádiz la oportunidad que les ha brindado de intervenir esta espléndida escultura, a la que le han practicado tareas de limpieza, saneamiento, restauración y conservación.

Se trata de una talla de Cristo crucificado, perteneciente a la Escuela gaditano-genovesa de mediados del siglo XVIII. Es una de las imágenes cristíferas de Cádiz más significativas; enmarcada dentro de la escuela de cristos italianos que es, en la capital gaditana, un género artístico en sí misma. Ello se debe a la intensa relación de la ciudad con Italia desde el XVII, pero de manera especial durante el XVIII, siendo ya Cádiz la nueva sede de la Casa de la Contratación de Indias.

Aunque se trata de una obra anónima, José Miguel Sánchez Peña, gran conocedor del arte italiano en Cádiz, puso al Cristo de la Misericordia en relación estilística con otras obras gaditanas de Francesco Maria Maggio, uno de los artistas genoveses activos durante el siglo XVIII en la ciudad. Efectivamente, la imagen posee los modos propios del arte de Maggio, como el peculiar gubiado del cabello en hebras que despejan la oreja izquierda, la apretada musculatura o la verticalidad de la figura. La dulzura y serenidad del semblante recuerdan mucho la talla del Cristo de la Piedad, pieza documentada del escultor genovés.

La imagen es una escultura elegante, de suave contoneo y gran naturalismo en su modelado, cargado de matices anatómicos de gran calidad artística. Sus facciones son afiladas y la labra de su cabello es de fino dibujo. Su perizoma posee una rica composición: se anuda en su costado derecho con comedido despliegue, y se abre en su costado izquierdo mostrando el elemento cordífero, en donde su paño se despliega al aire, reforzando el serpenteo de su hechura. Torso y brazos son de gran elegancia, destacando el inflado tórax y los delgados brazos.

Reseñar también los postizos en cuerda, aparentemente de cáñamo, que muestran la corona de espinas y el perizoma, así como la delicada talla de sus desgarradoras heridas, caso de las que vemos en el hombro y ambas rodillas como consecuencia de su caminar hacia el Calvario, así como su cruz de leño, que ha recuperado una bella paleta verdeada que le sirve a la imagen del Cristo de la Misericordia de perfecto soporte y marco.