RESTAURACIONES DE JULIO ALCARAZ PARA SEVILLA

Con información y fotografías del restaurador (15/10/2021)


 

 
 
Niño Jesús de José de Arce. Estado final

 

Se presentan los recientes trabajos de restauración llevados a cabo por el conservador y restaurador Julio Alcaraz, realizados sobre las sacras imágenes escultóricas de tres Niños Jesús pertenecientes a los fondos del Museo del Santo Ángel (Sevilla). Dichas obras se atribuyen por los expertos a los insignes escultores de la escuela sevillana: José de Arce (1600- 1666), Juan de Astorga (1777-1849) y el círculo de Montañés (siglos XVII-XVIII).

El objeto del presente artículo reside en la acción de exponer los criterios y tratamientos de conservación y restauración a los que han sido sometidas por el conservador y restaurador Julio Alcaraz las imágenes mencionadas anteriormente. Dichas obras escultóricas, realizadas en madera de cedro, corresponden la tipología de bulto redondo, a la vez que poseen un tamaño inferior al natural.

De este modo, tanto el Niño Jesús de José de Arce como el Niño Jesús de escuela montañesina se encuentran erguidos sobre sus dos piernas bendiciendo con su mano derecha y completamente anatomizados, a diferencia del Niño Jesús de Juan de Astorga que se encuentra entronizado sobre un sillón de estilo imperial, bendiciendo con su mano derecha y portando un pequeño sudario que oculta la zona pélvica.

En las imágenes se pueden apreciar ciertos detalles que evidencian un trabajo minucioso con la gubia. Por otro lado, los estratos polícromos superficiales, de naturaleza oleosa, conservan las características propias de sus autores, siendo de un acabado mate en el Niño Jesús de escuela montañesina y pulimentada en el caso del Niño Jesús de Juan de Astorga.

 

     
     
Niño Jesús de Juan de Astorga. Estado inicial y final
     
     
 
     
     
Niño Jesús de Juan de Astorga. Estado final
     
     
     
     
Niño Jesús de Juan de Astorga. Estado inicial y final (detalle)

 

El estado de conservación en el que se encontraban las imágenes amenazaba la integridad de las mismas. Los soportes se hallaban completamente degradados, debido principalmente a un avanzado ataque de insectos xilófagos en el caso del Niño Jesús de José de Arce. Por otro lado, las indebidas fluctuaciones de humedad relativa, junto a los movimientos inadecuados de las imágenes, habían provocado la aparición de roturas, separación de piezas y pérdidas volumétricas en el Niño Jesús de José de Arce y en el Niño Jesús de escuela montañesina, tal y como comenta su restaurador.

Las policromías presentaban alteraciones muy diferentes entre cada una de las imágenes. El Niño Jesús de escuela montañesina presentaba un total de dos capas de preparación y seis repolicromados sobre los estratos polícromos originales, así como acreciones, depósitos grasos y repintes. A causa de la incompatibilidad de estratos adyacentes con subyacentes, unidos a fallos técnicos de preparación en el material polícromo de los repolicromados, se había creado un pronunciado craquelado que estaba provocando el desprendimiento de los estratos originales y la aparición de grandes lagunas. Por otro lado, el Niño Jesús de José de Arce presentaba una policromía original con pérdidas a causa, principalmente, de roces, roturas y galerías xilófagas, mientras que el Niño Jesús de Juan de Astorga presentaba una policromía original alterada por depósitos superficiales y grasos adheridos, acreciones, pequeños repintes localizados, fisuras, arañazos, cambio tonal en la encarnación de la espalda a causa de niveles de humedad indebidos, así como manchas.

 

 
 
Niño Jesús de escuela montañesina. Estado final
 
 
 
 
Niño Jesús de escuela montañesina. Estucado (detalle)

 

La intervención sobre las esculturas se ha basado en la conservación/restauración científica, teniendo muy en cuenta cual es su funcionalidad, el culto y la musealización. El restaurador Julio Alcaraz ha escogido para ello los tratamientos menos dañinos para la integridad de las obras, utilizando los materiales de mayor calidad, caracterizados por su reversibilidad, inocuidad y estabilidad con los materiales originales de las obras.

La intervención de conservación y restauración ha ido documentándose fotográficamente antes, durante y tras la intervención realizada, para dejar constancia de su estado anterior, del proceso de intervención y de su estado final tras la misma. Tras la documentación fotográfica, comenzaron los procesos de conservación y restauración. Se realizó la fijación de los estratos polícromos para poder trabajar con seguridad las obras, sin peligro de sus desprendimientos. Posteriormente, se intervino sobre el soporte lígneo, consolidándolo estructuralmente en las tres esculturas y realizando un tratamiento de desinsectación en el caso de la imagen del Niño Jesús de José de Arce y un tratamiento antixilófago en el resto de imágenes.

En dos de los Niños Jesús se procedió a la realización de espigas lígneas para la unión del brazo derecho con el hombro, así como un total de cinco dedos en el caso del Niño Jesús de escuela montañesina y cinco dedos en la mano izquierda del Niño Jesús de José de Arce. El Niño Jesús de Juan de Astorga presentaba un dedo partido, que se consolidó realizándole una pequeña espiga lígnea. Las galerías xilófagas, las grietas y las fisuras presentadas se consolidaron y se sellaron.

Una vez se llevaron a cabo los tratamientos curativos, se procedió a los tratamientos de restauración (más estéticos y visuales). Para los tratamientos de limpieza se realizaron diferentes test de solubilidad que ayudaron a escoger el método de limpieza más adecuado para la obra, siendo en este caso el procedimiento más idóneo el uso de disolventes químicos para la suciedad más endurecida y el uso del bisturí para la eliminación de repolicromados y preparaciones que ocultaban la policromía original en el caso del Niño Jesús de escuela montañesina. Por último, para los tratamientos de reintegración, se realizaron reintegraciones de los estratos de preparación mediante estuco tradicional, siendo la reintegración cromática y protección final de las policromías unos de los tratamientos finales de estas intervenciones de restauración.

Para finalizar, se restituyeron las pestañas postizas, realizándolas a medida mediante pelo natural, en el caso del Niño Jesús de Juan de Astorga, devolviéndole a la mirada el naturalismo propio de las obras de dicho autor.  

 

 
 
Niño Jesús de José de Arce. Estado inicial y final
 
 
 
 
 
 
 
 
Niño Jesús de José de Arce. Estado inicial y final (detalles)

 

Una vez se llevaron a cabo los tratamientos curativos, se procedió a los tratamientos de restauración, más estéticos y visuales. Para los de limpieza se realizaron diferentes test de solubilidad que ayudaron a escoger el método de limpieza más adecuado para la obra, siendo en este caso el procedimiento más idóneo el uso de disolventes químicos para la suciedad más endurecida y el uso del bisturí para la eliminación de repolicromados y preparaciones que ocultaban la policromía original en el caso del Niño Jesús de escuela montañesina.

Por último, para los tratamientos de reintegración, se realizaron reintegraciones de los estratos de preparación mediante estuco tradicional, siendo la reintegración cromática y protección final de las policromías unos de los tratamientos finales de estas intervenciones de restauración.

Para finalizar, se restituyeron las pestañas postizas, realizándolas a medida mediante pelo natural, en el caso del Niño Jesús de Juan de Astorga, devolviéndole a la mirada el naturalismo propio de las obras de dicho autor.  

 

 
 
Niño Jesús de Juan de Astorga. Estado final

 

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