En el año 1866, un grupo de crevillentinos adquieren el conjunto escultórico del Ecce Homo (imagen superior). El escultor elegido fue Antonio Riudavets Lledó (Mahón, hacia 1813-1814 - San Juan de Alicante, 1897). Sería el comienzo de la relación de Riudavets con la población de Crevillent (Alicante).

Riudavets fue el artista que ejecutó el sueño de una generación de crevillentinos, quienes, con gran esfuerzo, supieron desarrollar la Semana Santa, la más importante de sus tradiciones. Riudavets labró varias de las imágenes que han marcado la devoción popular crevillentina desde el siglo XIX hasta nuestros días.

El conjunto procesional del Ecce Homo estaba formado por las imágenes de Jesús y Poncio Pilatos: Jesús, tras haber sido flagelado y coronado de espinas, es presentado al pueblo por Poncio Pilatos. "Ecce Homo", "He Aquí el Hombre", son las palabras pronunciadas por el procurador romano Pilatos cuando presentó al Nazareno ante el pueblo, de ahí el nombre por el que también es conocido este pasaje.

Las imágenes talladas por Riudavets eran de vestir, y se hallaban rodeadas por una pequeña caseta, así como por una balaustrada o balcón, que es lo que le da el nombre popular a la cofradía: "El Pas del Balcó". Entre las curiosidades de la corporación se encontraba la costumbre de subir niños encima del trono, ya que la configuración del mismo facilitaba que los más pequeños pudieran colocarse encima de la peana.

El grupo tallado por Riudavets desapareció durante los disturbios de la Guerra Civil, salvándose algunas partes como los ropajes, las manos de Pilatos y la corona de Jesús. Todos estos fragmentos se encuentran expuestos en el Museo de la Semana Santa de Crevillent.

Tras la Guerra Civil, se encarga un nuevo grupo escultórico tallado por el escultor catalán Antonio Parera Saurina (Barcelona, 1868-1946). El mismo estaría también formado por las imágenes de Jesús y Poncio Pilatos, a las que se añadirían un soldado romano y un esclavo (imagen superior).

Enmarcado en el más puro clasicismo, Parera crea un grupo intimista, con una imagen de Jesús muy serena, reflexiva y plena de espiritualidad. Tras la misma aparece Poncio Pilatos sentado; su rostro, distante, refleja la ausencia del compromiso con el que pronuncia la frase "Soy inocente de la sangre de este justo", al tiempo que se lava las manos. A sus pies, un sirviente de tez negra le ofrece la jofaina en la que Pilatos se exculpa de la sentencia. Completa la escena el soldado romano, representado también de forma clásica, ausente, con la mirada hacia el horizonte, bajo los símbolos de las legiones romanas.

Como curiosidad, habría que resaltar que, en todo momento, la cofradía quiso que el grupo llevara el clásico balcón que le caracterizaba, pero Parera argumentó que la colocación de un balcón delante de las imágenes impediría la visión del mismo, de ahí que finalmente se prescindiera de la balaustrada.

El nuevo grupo escultórico procesionaría por primera vez en 1941, por lo que este año 2016 no solo se celebra el 150 aniversario de la Cofradía del Ecce Homo de Crevillent, sino también el 75 aniversario de la realización del grupo tallado por Antonio Parera.