CÁDIZ, CIUDAD CONSTITUCIONAL (1812-2012)

ORATORIO DE SAN FELIPE NERI

 

Con motivo del Bicentenario de la Proclamación de la Constitución de 1812 y el nombramiento de Cádiz como Capital Iberoamericana de la Cultura en 2012, se realiza este especial en el que haremos un repaso por el valioso patrimonio de la ciudad andaluza. Los mejores historiadores e investigadores sobre la ciudad, junto con nuestras modestas aportaciones, darán forma a un reportaje dividido en 20 entregas que podrán consultar también en la sección Atajos del portal, donde quedará definitivamente inserto una vez concluido.

 

 

Este templo, que perteneció a un primitivo oratorio de filipenses, fue comenzado en 1685 según trazas del alarife Blas Díaz, y se consagró el 17 de septiembre de 1719. En 1811 las Cortes Españolas que venían celebrando sus sesiones en el Teatro de San Fernando, ante la falta de seguridad para sus miembros, debido a la proximidad del ejército francés, decidieron trasladarse a Cádiz. Se decidió que se instalaran en la Iglesia de San Felipe Neri, para lo que se efectuaron obras en el interior del templo para adecuarlo al nuevo uso para el que había sido destinado.

La obra principal de las Cortes de Cádiz fue la famosa Constitución de la Monarquía Española, que se promulgó el 19 de marzo de 1812. Al haber sido este Oratorio residencia de las Cortes y haberse elaborado en él la famosa Constitución de la Monarquía Española, hizo que los gaditanos considerasen siempre este templo como un monumento a la libertad y estimasen como un supremo honor que los que lucharon por defender estos ideales encontrasen a la hora de su muerte un merecido descanso bajo sus muros, lugar donde se encuentra la cripta.

Tras la exclaustración, la comunidad de filipenses tuvo que abandonar el convento, pasando el templo a la jurisdicción de la Mitra. A partir del 1 de septiembre del año 1933, la Congregación de Marianistas es la que se encarga del culto y conservación de dicho templo.

La Iglesia del Oratorio de San Felipe Neri presenta en su interior planta oval. En sus muros se abren seis capillas, más la capilla mayor, en el eje mayor, frente a la puerta de entrada. Los muros perimetrales que presentan un alzado de cuatro cuerpos, divididos mediante una triple balconada de barandilla corrida, de hierro fundido, se hallan revestidos por pares de pilastras que recorren la totalidad de la altura del edificio, desde el zócalo hasta la clave de la cúpula. Estas pilastras son, en el primer cuerpo, de orden jónico; sostienen un entablamento clásico con cornisa de dentellones, y se simplifican conforme ganan en altura, hasta el extremo que en el casquete superior de la cúpula llegan a la máxima sencillez, apareciendo más bien como nervios de la bóveda elíptica. En el segundo cuerpo, sobre la puerta de acceso al templo se abre un gran vano rectangular protegido con cristales. En el tercer cuerpo se abren ocho vanos protegidos igualmente con cristales, por donde penetra una gran luminosidad al interior del edificio.

El templo va cubierto interiormente mediante una gran cúpula encamonada de doble casquete decorada con fajas. Bajo el Oratorio se encuentra la cripta a la que se ingresa a través de un vestíbulo, de planta de cruz griega. Al exterior, el templo, al estar adosado a otras edificaciones, presenta solamente dos fachadas; la de los pies y parte de la del llamado lado de la Epístola.

Su aspecto exterior es de una extrema sencillez; muestra un alzado de un solo cuerpo, con zócalo de piedra y articulado mediante pilastras jónicas de orden gigante, sobre ellas corre un entablamento con cornisa de canes, de donde emerge la inmensa bóveda, cubierta por tejas y una torre cuadrada en la esquina derecha de los pies que aparece sin remate. La portada ubicada en la fachada de los pies es el único acceso al interior del templo. Presenta un vano adintelado con una puerta de madera claveteada. Por encima se abre un vano igualmente adintelado y protegido por una reja. El interés que ofrece su fachada es la decoración de lápidas que conmemoran el hecho histórico del año 1812.

Las obras de restauración en el Oratorio, iniciadas en enero de 2009, han consistido en la restauración arquitectónica integral del templo, declarado Bien de Interés Cultural con el grado máximo de protección urbanística. La intervención ha contemplado el arreglo de grietas en las bóvedas; la recuperación de solerías y revestimientos, tanto del templo como de la cripta; la reparación de los revestimientos y elementos ornamentales de la fachada, y la restauración de las pinturas murales de la planta baja. El espacio cuenta ahora con una superficie superior a los 1.100 metros cuadrados, de los que 735 corresponden al Oratorio y 440 al edificio anexo, destinado a albergar el Centro de Interpretación de la Constitución de 1812 y para la comprensión histórico-artística-arquitectónica del monumento. Una vez rehabilitado, fue entregado al Obispado de Cádiz, propietario del mismo, el 1 de marzo de 2012.

 

 

Fotografías de la Universidad de Cádiz

 

FUENTES: www.iaph.es y www.lavozdigital.es.

 

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