CÁDIZ, CIUDAD CONSTITUCIONAL (1812-2012)

PARROQUIA DEL SANTO ÁNGEL DE LA GUARDA

 

Con motivo del Bicentenario de la Proclamación de la Constitución de 1812 y el nombramiento de Cádiz como Capital Iberoamericana de la Cultura en 2012, se realiza este especial en el que haremos un repaso por el valioso patrimonio de la ciudad andaluza. Los mejores historiadores e investigadores sobre la ciudad, junto con nuestras modestas aportaciones, darán forma a un reportaje dividido en 20 entregas que podrán consultar también en la sección Atajos del portal, donde quedará definitivamente inserto una vez concluido.

 

 

La actual Parroquia Castrense del Santo Ángel de la Guarda tiene su origen en una primitiva ermita fundada junto al Camposanto en el año 1653, a la cual se añadió un nuevo cuerpo a mediados del siglo XIX. La ermita originaria es de planta rectangular de una sola nave y cubierta por bóveda de cañón con lunetos. A los pies se abre la portada principal, hoy tapiada, que consta de un cuerpo flanqueado por pilastras sobre el que se dispone una hornacina con la imagen en piedra de la Virgen.

Perpendicular al lado del Evangelio de la nave de la ermita se adosó la nueva estructura decimonónica, que cambió la disposición general de la iglesia. En consecuencia, la primitiva construcción pasó a ser la cabecera del templo resultante. La planta del cuerpo añadido es de salón, dividida en tres naves por pilares cuadrangulares con pilastras adosadas de fuste cajeado y capitel corintio. La cubierta es de bóvedas vaídas, decoradas con molduras geométricas en la nave central. La fachada principal se articula por pilastras toscanas.

El interior de la iglesia ha sufrido una remodelación hace algunos años, fruto de la cual es la pérdida o reforma de algunos retablos. El retablo mayor está compuesto por una gran peana rococó en madera dorada, sobre la que se sitúa el grupo escultórico del Santo Ángel de la Guarda, talla policromada realizada por el napolitano Nicolás Fumo. La que fue antigua capilla mayor de la ermita tiene un retablo neoclásico del siglo XIX, de madera policromada imitando mármoles, presidido por la imagen de la Virgen de los Desamparados, talla de candelero del último tercio del siglo XVIII.

En el lado derecho del presbiterio se sitúa un retablo dieciochesco de madera dorada, que contiene la imagen de Santa Bárbara, talla policromada fechable en la primera mitad del siglo XVII.

En la nave de la Epístola hay dos altares, el primero con las imágenes en mármol de Jesús Nazareno y Santa María Magdalena, grupo escultórico de finales del siglo XVII que procede del antiguo almacén de la pólvora, y el segundo con la talla en madera policromada del Cristo de la Expiración, un Crucificado de mediados del siglo XVIII y atribuido a Ignacio Vergara, aunque parece más vinculable a la escuela genovesa. A sus lados se sitúan las tallas de candelero de San Juan Evangelista, de finales del siglo XIX, y la Dolorosa de la Victoria, obra de Carlos Emilio Bartús Loreto (1940), muy reformada en 1988 por Luis González Rey. Ante uno de los pilares se encuentra una talla de San Sebastián del siglo XVII, realizada por Jacinto Pimentel.

Decoran esta iglesia algunas pinturas, de las que destaca una Virgen del Rosario atribuida a Juan del Castillo. Entre las piezas de artes suntuarias la parroquia posee un copón rococó y otras obras de orfebrería de interés.

 

 

Fotografía del exterior de la iglesia de José Antonio Moya García para Tacita Cofrade
Fotografía de la talla de la Hermandad del Santo Ángel Custodio

 

FUENTES: ALONSO DE LA SIERRA FERNÁNDEZ, Juan y Lorenzo.
Cádiz: Guía Artística y Monumental, Cádiz, 1995, pp. 125-127.

 

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