Con motivo del Bicentenario de la Proclamación de la Constitución de 1812 y el nombramiento de Cádiz como Capital Iberoamericana de la Cultura en 2012, se realiza este especial en el que haremos un repaso por el valioso patrimonio de la ciudad andaluza. Los mejores historiadores e investigadores sobre la ciudad, junto con nuestras modestas aportaciones, darán forma a un reportaje dividido en 20 entregas que podrán consultar también en la sección Atajos del portal, donde quedará definitivamente inserto una vez concluido.

La Parroquia de San Lorenzo Mártir fue fundada por el obispo de Cádiz, Lorenzo Armengual de la Mota, cuyos restos descansan en este templo. Comenzó su construcción en 1722, bajo la dirección de Juan López Alegarín. Fue levantada como ayuda de Parroquia para el Barrio de la Viña y de Capuchinos.

Las obras acabarían el 20 de abril de 1725. El 16 de septiembre del año 1787, el por entonces obispo de Cádiz Josef Escalzo la habilitó como Parroquia para administración completa de todos los sacramentos. El primer sacerdote que tuvo el templo fue Andrés Cortés de Cárdenas.

La planta del templo es de cruz latina, de una sola nave, con amplio crucero y capillas de varios tamaños y formas. Inserto en el crucero encontramos retablos colaterales de Francisco López (1730); el retablo de la Esclavitud del Santísimo Sacramento, con figuras del siglo XVIII, algunas de ellas del escultor José Montes de Oca; un púlpito de mármoles genoveses, fechado en el año 1727; el primitivo retablo de la Cofradía de los Afligidos, con una obra de escuela genovesa y otras del siglo XVIII; las imágenes titulares de la mencionada cofradía (Jesús de los Afligidos y la Virgen de los Desconsuelos), talladas en el año 1728 por Peter Relingh, y lienzos en los muros laterales del Setecientos.

En la única nave encontramos la capilla de la Virgen del Pilar (1730), de estilo rococó, con la titular de la misma fecha del retablo, obras de escuela genovesa del XVIII y otras anónimas del mismo siglo; retablos rococós del año 1760 que albergan las tallas modernas de Jesús de las Penas y la Virgen de la Caridad, la primera de Luis Álvarez Duarte y la segunda de Manuel Pineda Calderón aunque muy reformada por Duarte en el año 1984; la capilla bautismal del siglo XVIII, con pila de Torcuato Benjumeda y grupo escultórico moderno del Descendimiento compuesto por obras de Francisco Buiza, su discípulo Francisco Berlanga y el artista gaditano Luis González Rey, y la antigua capilla de San Juan Evangelista, también rococó del XVIII con reformas efectuadas en el XX, que alberga una imagen de la Virgen del Carmen del XIX.

En la capilla de los Servitas se encuentra el sagrario (siglo XVIII), recibiendo culto en dicho recinto varias tallas de escuela genovesa, desde la actual titular, la Virgen de los Dolores, atribuida a Francesco Galleano (la antigua titular, tallada por Montes de Oca, recibe culto en una hornacina que da a la Calle Sagasta), hasta santos servitas y ángeles lampareros. El retablo es de Juan Rosado (siglo XIX).

Sobre el primer tramo de la nave del templo, en el coro, hallamos el órgano, con caja de estilo academicista, realizado por Gonzalo Pomar a finales del siglo XVIII.

Mención especial merecen las obras de arte del altar mayor, comenzando por el retablo, obra de Francisco López (1727) que alberga obras de Montes de Oca, Miguel Taramás y la escuela genovesa, así como un alabastro que representa la Virgen del Pilar del siglo XVIII. Las portadas laterales son neoclásicas, con tribunas de madera dorada. Por último, destacar los ángeles lampareros labrados por Antonio Molinari (1753).