HALLAZGO Y EXPOLIO DE UNA TUMBA ROMANA EN CHUCENA (HUELVA)

Martín Sánchez Franco (12/02/2023)


 

 

Damos noticia del artículo Hallazgo y expolio de una tumba de factura romana en Chucena: análisis y reflexiones religioso-culturales, publicado en la revista científica Huelva en su Historia que pueden ustedes leer mediante el siguiente enlace. En Chucena (Huelva) se encontró, en los últimos días de 1990 o en los primeros de 1991, probablemente hundida por el peso de un tractor, una tumba pre-cristiana de factura romana que acabó siendo expoliada y abandonada. Sus características y su lugar, junto al arroyo Chucena, nos indica que pudiera haber sido parte de una necrópolis pre-cristiana: al otro lado de un curso de agua y a una distancia prudencial de la ciudad de los vivos. En dicho artículo se estudia el sentido del agua para la vida de ultratumba.

Hay que tener en cuenta que el terreno es diluvial, en el que las tumbas que hubiera, antes o después que la encontrada, habían sido cubiertas durante los siglos anteriores por tierra mezclada con mucha arena, arrastrada por las corrientes de agua, de ahí que igualmente hayan podido ser hundidas por los tractores. No sabemos si todavía pudiera haber algunas otras en el lugar.

Los ladrillos de la tumba hallada tienen las dimensiones y características propias de la factura romana. Tanto por estos como por el estilo de su jarra de libación (imagen superior), llegamos a datar a la tumba en época tardorromana o en el primer periodo visigótico.

En el momento en que pude acercarme a la tumba, el 20 de enero de 1991, ya habían quitado y tirado por sus alrededores todos los ladrillos de su cubierta y parte de los que habían formado las hileras verticales, en los que quedaban restos de mortero. Al recinto cerrado en la fosa por los muros de ladrillos se le podían apreciar las siguientes dimensiones: 150 cm de longitud; 37 ó 38 cm de anchura mayor, correspondiente a la parte de los hombros del difunto; 30 ó 31 cm de anchura menor, correspondiente a la parte de los pies del difunto; y 40 cm de altura el día 20 de enero de 1991, cuando la tumba estaba en proceso de destrucción; de ahí que la altura real completa, para poder llegar a constituir la bóveda de cañón, no era posible establecerla.

La tumba habría sido cerrada mediante bóveda de cañón, elaborada por aproximación sucesiva de hileras de ladridos. Pero de esta bóveda no quedaba absolutamente nada. Pude recoger de ella los restos que quedaban del cadáver, su cabezal y cuatro ladrillos de los muchos que habían esparcido por sus alrededores. El cabrero que había encontrado la tumba, ya hundida, había recogido la jarra de libación, que entregó cuando se la solicité. Desde pocos días antes de terminar el año 2022, tengo solicitado al Ayuntamiento de Chucena la entrega de todo ello: restos del cadáver, jarra de libación, cabezal del difunto en su tumba, y cuatro ladrillos de los muchos que el 20 de enero de 1991 ya habían arrancado de la tumba los expoliadores que en días anteriores se habían acercado a ella. Y que, en una vitrina, pueda constituir un pequeño museo arqueológico.

Podemos estudiar la tumba como resto material que nos motiva para seguir comprendiendo el pasado de Chucena y de sus entornos geográficos más próximos. Hacia su norte: el campo de Tejada, parte del Aljarafe sevillano, que resultara de las conquistas del siglo XIII, en el que también destacan otras cabezas comarcales: Aznalfarache, Aznalcázar y Sanlúcar la Mayor (González, 1951). Hacia su suroeste (50º), a 12,33 km en línea recta: San Bartolomé de Almonte, poblado desde el Calcolítico (García Sanz y Fernández Jurado, 1999), situándose el de Chucena, como también los de Tejada, Escacena del Campo, Paterna del Campo y Manzanilla, como lugar de paso en la ruta de los minerales que, desde Aznalcóllar y Tejada la Vieja, llegaran en época tartésica a este yacimiento metalúrgico, caracterizado por sus abundantes materiales calizos, que "amasados con polvo de hueso y agua son indispensables en el proceso metalúrgico de copelación de plata, usándose para separar de ella el plomo" (Ruiz Mata y Fernández Jurado, 1986: 13).

Pretendemos la lectura del artículo para la valoración de la historia de Chucena, que no es particular ni de la localidad, ni siquiera de su entorno histórico-geográfico, sino, al menos, de toda Andalucía e, incluso, de toda España y de toda la humanidad en su conjunto. También pretendemos la valoración de nuestro patrimonio arqueológico y del artístico en general.

La toponimia de Chucena insinúa que hubiera sido villa romana. De hecho, avanzamos en su estudio toponímico. Chucena pudiera haber sido "vicus" (aldea) de Ituci, de origen púnico, como manifiestan las primeras monedas de esta ciudad, municipio romano desde los Flavios y mansión del iter XXIII del itinerario de Antonino; se llamó Talyata en época musulmana y Tejada desde el siglo XIII.

Su influencia cultural, subyacente en el cristianismo desde el inicio de éste en la comarca, puede explicar las advocaciones marianas patronales, de sentido astral, que posee Chucena -Nuestra Señora de la Estrella- y la cercana localidad de Escacena del Campo -Nuestra Señora de Luna-. Nuestro estudio de la cultura subyacente resalta, de la misma manera, las advocaciones marianas patronales, también de la Virgen de la Estrella, de las dos poblaciones más significativas junto al "lacus ligustinus" de nuestra protohistoria: Valencina de la Concepción y Coria del Río. Mostramos aquí una imagen del cabezal de la tumba:  

 

 

Mostramos también imágenes de las jarras funerarias, que aparecen en los artículos de Muñiz Jaén (2000: 142) y de Vizcaíno Sánchez y Madrid Balanza (2006: 441), las cuales nos ayudan a datar la tumba. Claro está que la jarra de libación hallada en Chucena no puede ser exactamente igual que otra, pero podemos observar mayores parecidos con algunas de las que vemos a continuación:

 

 
 

 


 

BIBLIOGRAFÍA

Sánchez Franco, Martín (2022). "Hallazgo y expolio de una tumba de factura romana en Chucena: análisis y reflexiones religioso-culturales". Huelva en su historia. Universidad de Huelva, nº 16, págs. 67-82.

Galindo San José, Lorenzo; Marcos Sánchez-Moreno, Vicente; Recio Martín, Rebeca Carlota, y Urbina Álvarez, Aránzazu (2009). "Necrópolis tardorromana de Móstoles (Madrid)". Actas de las sextas jornadas de Patrimonio Arqueológico en la Comunidad de Madrid. Comunidad de Madrid, Dirección General del Patrimonio Histórico, págs. 317-332.

Luezas Pascual, Rosa Aurora (2017). "Producción, consumo e iconografía del vino en "Calagurris" y su entorno". Kalakorikos, nº 22, 173-199.

Muñiz Jaén, Ignacio (2000). "Nuevos datos sobre la necrópolis tardoantigua y de época visigoda de El Ruedo, Almedinilla, Córdoba (Avance): ¿Haciendo hablar a los muertos?". Antiquitas, nº 11-12, págs. 111-173.

Vizcaíno Sánchez, Jaime, y Madrid Balanza, María José (2006). "Ajuar simbólico de la necrópolis tardoantigua del sector oriental de Cartagena", Antigüedad y cristianismo. Revista de Estudios sobre Antigüedad Tardía, nº 23, págs. 437-463.

García Sanz, Carmen y Fernández Jurado, Jesús (1999). "La época Calcolítica de San Bartolomé de Almonte". Huelva Arqueológica, 15.

González, Julio (1951). Repartimiento de Sevilla. 2 vols. Madrid: CSIC.

Ruiz Mata, Diego y Fernández Jurado, Jesús (1986). "El yacimiento metalúrgico de época tartésica de San Bartolomé de Almonte (Huelva)". Huelva Arqueológica, 8. 

 

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