TRES OBRAS INÉDITAS DEL PINTOR Y ESCULTOR
POLACO ANTONIO LUSCHINSKY (1767-1833) EN BADAJOZ
Pedro Castellanos Bote (24/07/2017)
Los cuatro Padres de la Iglesia latina: san Ambrosio, san Jerónimo, san Agustín y san Gregorio el Grande. Retablo mayor de la parroquia de Santa María la Real (San Agustín) de Badajoz. Está firmada por Antonio Lucenqui en 1818.
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Biografía Se inicia la estirpe de estos pintores y militares vecinos de Badajoz con Antonio Luschinscky (1) o Luschinsqui, cuyo nombre hispanizó por Antonio y luego su apellido por Lucenqui. Era hijo de los polacos Matías Luschinscky y Bárbara Sehemizin. Nació en una ciudad polaca entonces, hoy ucraniana, llamada Kolomyia, donde fue bautizado el primero de septiembre de 1767 con el nombre de Antonio, por su padrino, que fue su primo Antonio Luschinsky. Kolomyia perteneció a una antigua región polaca llamada Galitzia, que más tarde fue dividida entre Polonia y Ucrania. Antonio sirvió en el Ejército durante seis años en el tercer batallón del Regimiento de las Reales Guardias Walonas, y tras este periodo se asienta en Badajoz, donde compartía oficio desde hacía unos 15 años con su paisano Josef Folnay, subteniente y capitán de llaves con agregación a la plaza de Badajoz. Se da fe de su real servicio en Madrid el 19 de diciembre de 1802, firmada por Josef Bureau, teniente general de los reales ejércitos de su Majestad, teniente coronel y director del Real Cuerpo de Guardias de Infantería Walona, por ausencia del coronel y príncipe de Castelfranco. Desde Kolomyia partió hacia España en 1795 y era vecino de Badajoz desde 1801. Contrae matrimonio en Badajoz en el mes de abril de 1803, probablemente en la parroquia castrense de Santa María la Real (San Agustín) (2) con Juana Francisca del Carmen Martínez Rodríguez (a veces se la cita como Juana Martínez de Castro), vecina de Badajoz desde muy corta edad, donde la había criado su primo-hermano, el escribano de Badajoz José López Martínez. Era hija de Juan Martínez y de Manuela Rodríguez (citada después como Manuela de Castro). Juana había nacido en la localidad pacense de Zafra el 29 de agosto de 1773. Fue bautizada en la parroquia de la Candelaria el 9 de septiembre siguiente, siendo el padrino su abuelo Francisco Rodríguez. Juana fallece en la calle Bodegas de los Padres (actual Soto Mancera) de Badajoz el 3 de enero de 1843 a los 69 años de edad, siendo ya viuda y no testó por ser pobre. Fue enterrada en el "Campo Santo", hoy Cementerio de San Juan Bautista. Antonio Lucenqui fallece en Badajoz el 16 de septiembre de 1833 a los 66 años de edad (no a los 73 como figura en su partida de defunción) en la calle de la Moraleja nº 11, hoy calle Ramón Albarrán. Solo pudo recibir el sacramento de la Penitencia (confesión), por la prontitud de la enfermedad que le causó la muerte. No testó por ser pobre al igual que su mujer, algo que llama la atención después de haber sido militar, pintor y escultor. Se cita que su cadáver fue sepultado en el cementerio. Supongo que era el de la Luneta, pues el Cementerio de San Juan Bautista o Cementerio Viejo del cerro del Viento se inauguró en 1839, donde sí se enterró su esposa. |
Firma de Antonio Lucenqui |
Descendencia
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Formación artística Se desconoce, a pesar de pintaba tanto en lienzo como en fresco. Aunque se deduce, por su discreta calidad, que no debió ser con un maestro reconocido. Lo mismo se podría decir en la escultura, aunque se le menciona como maestro, por lo que podía enseñar su oficio. Ya se aprecia en el boceto de Santiago Apóstol (imagen superior) que no era muy bueno tampoco en el dibujo. Es probable que fuera un pintor autodidacta que iba aprendiendo a medida que viajaba como militar por varios países de Europa. Precisamente en Badajoz tenía al alcance de la mano modelos de los pintores Luis de Morales, Antonio Palomino, Antonio Monreal, Pedro Atanasio Bocanegra, Juan de Arellano, la familia de los Mures, los Estrada, etc. En mi humilde opinión, trataba de imitar al pintor sevillano afincado en Badajoz Alonso de Mures, que a su vez, imitó a Murillo. A pesar de ello, y quizá por falta de buenos profesionales, se solicita la colaboración de Antonio Lucenqui como tasador de obras pictóricas, como he documentado ya en sus últimos años de vida. Tasó por 1.048 reales unos cuadros en la partición de bienes del difunto labrador, granjero y poderoso comerciante catalán afincado en Badajoz Miguel Carbonell. En ellos figuraban: la Virgen de la Concepción, la Divina Pastora, el beato catalán trinitario Miguel de los Santos, la vida de Alfonso III (puede que se trate del valenciano Alfonso III, rey de Aragón, de Valencia y conde de Barcelona), el Cristo de los Afligidos, san Isidro Labrador, santo Domingo y Ntra. Sra. de Carrión (supongo que era la patrona de Alburquerque, Badajoz). Su primera obra documentada en Badajoz la realiza para el cabildo catedralicio. La firmaba en grandes letras, quizá para publicitarse, como: Antonio Luschinsqui Pintor en Badajoz año 1804, por el que se le pagaron 1.500 reales. Estas obras demuestran la decadencia de la pintura en la capital pacense en este siglo. |
Pinturas de san José con el Niño y san Cayetano para el nuevo retablo de la extinguida Hermandad de las Ánimas del Purgatorio o de San Nicolás de Tolentino (1820).
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Obras documentadas
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Obras atribuibles
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Retablo de la extinguida Hermandad de las Ánimas del Purgatorio o de San Nicolás de Tolentino.
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NOTAS (1) Algunos autores, poco documentados, hacen referencia a un pintor polaco llamado Rafael Luschinscky, que en realidad nunca existió. Lo confunden con el badajocense Rafael Luschinscky Martínez, hijo de Antonio, que luego cambió su apellido por Lucenqui, como hizo su padre. (2) No se conservan los libros de matrimonios de esta parroquia entre 1775 y 1850 porque se cita que fueron destruidos durante la guerra. En las restantes parroquias, ocasionalmente castrenses, no aparece. |
Inscripción del encargo en la pintura de San José para el retablo de la Hermandad de las Ánimas del Purgatorio o de San Nicolás de Tolentino (1820).
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