Este edificio fue un convento, cuya capilla mayor estaba destinada a panteón familiar, al igual que ocurre en la Sacra Capilla del Salvador de la vecina ciudad de Úbeda. La mandó construir en el año 1538 don Diego Valencia Benavides y su esposa, doña Leonor de Guzmán y Mendoza.

De la iglesia, con planta de cruz griega, destaca la capilla funeraria, de grandes dimensiones situada en su cabecera. Comenzaron las obras en 1540 y finalizaron en 1546. Resalta su ornamentación interior en uno de los muros existentes (fotografía de arriba): sobre un altar se levantan tres nichos, relieves, cartelas, el escudo del fundador y un hueco en forma de arco de triunfo, todo ello cobijado por un gran arco.

En el otro lateral quedan tres capillas con nichos sobre los cuales se situaba el altar mayor. Las esquinas tienen dobles columnas corintias de orden gigante, los muros se rematan con un gran entablamento sobre el que arrancaba una gran bóveda vaída cruzada, que fue un ejemplo en el arte de la estereotomía en su época, esquemáticamente reconstruida hoy (en la fotografía de abajo, una vista del conjunto antes de la reconstrucción de la bóveda), tras la caída de la misma por un terremoto.

La capilla, obra como todo el conjunto de Andrés de Vandelvira, quedó como un elemento arquitectónico autónomo, de gran interés artístico, desvinculado estilísticamente del resto de la iglesia.

FUENTES

AA.VV. El Renacimiento en Andalucía. 2006. Jornadas Europeas de Patrimonio, ediciones de la Junta de Andalucía, 2006, p. 176.