LA OBRA DE LUIS SALVADOR CARMONA (IV)
ESCULTURAS DEL RETABLO DE LA ASUNCIÓN - SEGURA (GIPUZKOA)

Sergio Cabaco y Jesús Abades


 

 

 

La Iglesia Parroquial de San Nicolás, en la villa gipuzkoana de Segura, se caracteriza por su monumentalidad catedralicia y por ser un punto de referencia en la arquitectura gótica del País Vasco.

Catalogado como Monumento Histórico Artístico, el edificio posee una portada con un magnífico altorrelieve pétreo de La Asunción, robustos contrafuertes exteriores, planta de salón, tres naves de la misma altura, bóvedas de crucería y columnas con base ática, fustes cilíndricos y capiteles dóricos. Los maestros que dirigieron la obra del inmueble fueron Errestaburu, Armendia y Juan de Lizarazu.

El soberbio retablo mayor del templo, una de las grandes piezas barrocas que se conservan en el País Vasco, se halla también dedicado a la Asunción de la Virgen. La obra fue realizada gracias a la donación del segurarra Martin de Lardizabal y Elorza, Alcalde de Madrid y miembro del Consejo Supremo de Indias.

Su traza fue diseñada por Miguel de Irazusta (1743), natural de Alkiza, quien también se hizo cargo del ensamblaje junto a su discípulo Diego Martínez de Arce. El fallecimiento de Irazusta motivó que los trabajos fuesen concluidos por Martínez de Arce, quien respetó escrupulosamente el diseño del maestro. El retablo fue concluido en el año 1749, cuando Manuel de Alquizalete terminó sus labores de dorado.

El conjunto escultórico, compuesto por 42 imágenes, fue realizado por el escultor vallisoletano Luis Salvador Carmona, quien labró en bulto redondo el grupo de la Asunción para la hornacina principal del retablo, concibiendo a la Virgen en actitud ascendente con el fin de lograr el efecto de ser recibida por la Santísima Trinidad que corona el cascarón superior, propio de los altares-baldaquinos de la época. Otras figuras destacables del grupo son las de los Doce Apóstoles, San Juan Bautista, San José, San Joaquín y Santa Ana, todos ellos presenciando extasiados la escena.

El tema de la Asunción fue cultivado también por el escultor, con igual o incluso mayor acierto, para la parroquia homónima del municipio cacereño de Serradilla (1749), donde la imagen de la Virgen, concebida como una escultura única y exenta, recibe culto en el altar mayor y ostenta el patronazgo de la villa.

 

 

 

Fotografías de Iosune Arrondo (Segurako Udala)

 

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