FRANCISCO RIBALTA (III)
CRISTO MUERTO SOSTENIDO POR DOS ÁNGELES

Con información de Amparo Castelló Palacios


 

 
 

 

No solamente las huellas de los maestros Navarrete el Mudo, Cambiaso y Fray Sebastiano del Piombo se introdujeron en el joven Ribalta. También Vicente Macip y su hijo Juan de Juanes fueron personajes claves entre sus influencias. De hecho, al igual que sucedió con varias piezas de Sebastiano del Piombo -caso del Compianto sul Cristo Morto del año 1516-, Ribalta copió fiel y puntualmente a Juanes en varias ocasiones.

El motivo de que Ribalta se convirtiera en uno de los más conocidos copistas de obras juanescas se encuentra en su traslado a Valencia en torno a 1599, seguramente por la relación que existía entre su amigo Lope de Vega y el arzobispo Juan de Ribera, que llegó a ser canonizado en 1960. Por aquel entonces Juanes -cuyo verdadero nombre era Vicente Juan Macip- suponía un excelente referente pictórico dado el reconocimiento social que tuvo. Es por esto que Ribalta se inspiró e incorporó ciertos aspectos de los estereotipos juanescos a sus obras atendiendo a los requerimientos de una clientela que así lo exigía.

En la pintura Cristo Muerto sostenido por Dos Ángeles (principios del siglo XVII), Ribalta toma como modelo una obra de Juanes conocida como La Piedad -hoy en el Meadows Museum de Dallas-, de la que deriva la composición y los personajes. Al igual que la pintura de Juanes, uno de los ángeles deposita su mano sobre la cabeza de Cristo mientras que la posición del otro es totalmente distinta.

En la pintura juanesca la Virgen aparece en la esquina inferior derecha mientras que en la de Ribalta este espacio queda vacío. Por otro lado, los fuertes ecos rafaelistas de Juanes -famoso también por la creación de devotos tipos iconográficos que lograron gran fortuna en la pintura sacra- quedaron matizados por Ribalta, quien como buen patriarca de la escuela realista española supo dar un carácter personal a la escena, así como demostrar su maestría en el uso de los contrastes lumínicos para dar volumen y expresión a las figuras.

Además de los colores y de la luz más dramática y contrastada en el caso de Ribalta, otras diferencias entre Cristo Muerto sostenido por Dos Ángeles y La Piedad de Juanes (imagen inferior) son el tamaño, sobre todo la altura -153 x 103 cm mide la obra de Juanes y 113 x 90 cm la de Ribalta-, y el material; en ambos casos están pintados mediante la técnica al óleo, pero Ribalta la emplea sobre lienzo mientras que Juanes usa la tabla.

 

 
 

 


 

FUENTES

CASTELLÓ PALACIOS, Amparo. Un Ecce Homo Inédito. Estudio Técnico y Estilístico de un Supuesto Ribalta, Trabajo Final de Máster, Valencia, 2012, pp. 89 y 93.

 

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