PIEDAD
JUAN DE MESA

23/11/2022


 

 

Una de las imágenes vestideras de la Virgen cuya autoría está sobradamente documentada a Juan de Mesa (Córdoba, 1583 - Sevilla, 1627), pertenece al conjunto escultórico de la Piedad de la Hermandad de las Angustias de Córdoba, encargada su hechura en 1626. Se trata de la obra póstuma del brillante escultor, ya que fallecería el 26 de noviembre de 1627, y que tendría ya terminada como así atestigua su testamento.

El conocido grupo escultórico de Las Angustias, titular de la Pontificia, Real y Centenaria Hermandad y Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias Coronada, a pesar de estar concertado por el agustino fray Pedro de Góngora Angulo, estaba destinado a la cofradía tal y como se desprende de las cuentas del licenciado Alonso de Guevara, visitador general, a fecha de 21 de noviembre de 1628: "mas se le descargan al dicho hermano maior [Francisco García de Paredes] quatro mil y tres reales que tubo a costa una Ymagen de nuestra señora de las Angustias y un Xpto. Grande en los brazos que se hizo de bulto en la ciudad de Seuilla".

Esta imagen procesional de las Angustias o Piedad es una escultura exenta tallada y policromada en su totalidad, y articulada en sus brazos y manos. Estas características estilísticas, morfológicas y técnicas también están presentes en las imágenes vestideras de bulto redondo policromadas de los santos jesuitas San Diego de Kisai, San Juan de Goto y San Pablo Miki, realizados por el escultor cordobés en 1627.

En la obra de Juan de Mesa, Triguero Berjano ha podido analizar dos tipologías de imágenes vestideras. Por una parte, las imágenes vestideras de candelero, cuyo cuerpo está conformado mediante una estructura interna de madera, que adquiere volumen mediante la colocación de las diferentes ropas. Y por otra, las imágenes vestideras de bulto redondo policromadas, explícitamente realizadas para ser vestidas. Un ejemplo de esta última es la imagen de Nuestra Señora de las Angustias que fue realizada para ser vestida, como consta en los gastos de la ropa que aparecen en los libros de cuentas de la hermandad, en 1628.

Según Hernández Díaz la Madre tiene a Jesús en sus faldas aunque no la compuso así su autor, sino con el cuerpo de Cristo dispuesto en diagonal, la cabeza sobre las rodillas de la imagen mariana, posiblemente para ser cubierta con manto y no totalmente vestida, a juzgar por ciertos rasgos, un brazo colgante y el otro ligeramente arqueado, pareciendo una composición más inspirada en un relieve que en el natural.

Lo cierto es que sobre la postura original de este magistral grupo, la última gran obra de Mesa, existen varias hipótesis. Una estima que su inestabilidad se debe a que la iconografía real es la de los últimos momentos del descendimiento de la cruz, en los que Cristo es depositado en el regazo de la Virgen -de ahí la mencionada posición del brazo derecho de Jesús, todavía replegado en el sudario-, y otra que afirma que el encargo del grupo se completó a última hora con las imágenes de San Juan Evangelista y Santa María Magdalena, de ahí que no figuraran en el contrato original, según el cual una de ellas también sostendría la imagen de Cristo muerto, impidiendo la temprana muerte de Juan de Mesa, debida a la tuberculosis, su ejecución.

Últimamente cobra fuerza la teoría de que la composición original debió ser la que tiene. Mesa se inspiraría en la Piedad del Vaticano, realizada por Miguel Ángel en 1497. El escultor cordobés la conocería por un grabado, lo que explicaría la posición contraria del cuerpo de Cristo, que normalmente reposa en el brazo derecho de María. El grupo vaticano explica también la mirada de la Madre al vientre del Hijo, porque no se trata de establecer una relación dramática de dolor incontenible, que se expresaría con el encuentro de los rostros, sino una relación patética, de dolor contenido, que invita a una reflexión acerca del misterio de la Piedad. La Virgen muestra a Cristo invitando a la contemplación, recordando el lamento con que Jeremías evoca la caída de Jerusalén, utilizado por la Iglesia en las celebraciones de Semana Santa: "Vosotros, los que por aquí pasáis: Mirad y ved si hay dolor comparable a mi dolor, al dolor con que estoy atormentada" (Lam 1, 12). 

Labrado en madera de cedro, con una altura de 130 cm para la Dolorosa (165 cm si se encontrase de pie) y 175 cm para el Cristo, en 1976 el conjunto fue restaurado por el ICROA bajo la dirección y supervisión de Francisco Peláez del Espino. Entre 2010 y 2011 fue intervenido por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, donde se procedió a su desinsectación, ejecución de nuevos brazos y antebrazos, consolidación de las fisuras y de la madera degradada por la acción de insectos xilófagos, eliminación de varillas roscadas y de la reconstrucción anterior con masilla, que fue sustituida por madera, fijación de levantamientos en la policromía, limpieza de depósitos de hollín y suciedad superficial, remoción de barnices y eliminación de repintes alterados, eliminación de repolicromías, estucado de lagunas con materiales afines a los originales, reintegración cromática de las lagunas estucadas con técnica reversible (acuarelas y/o pigmentos al barniz) y protección final.

 

Foto: Hermandad de las Angustias (Córdoba)

 

FUENTES

https://www.lahornacina.com/cordoba201607.htm

TRIGUERO BERJANO, David. "La Santísima Virgen de Montserrat una imagen vestidera de candelero de Juan de Mesa Análisis comparativo de los aspectos técnicos y morfológicos", en Boletín de las Cofradías de Sevilla, año LX, nº 721, Sevilla, Consejo General de Hermandades y Cofradías de la Ciudad de Sevilla, marzo de 2019, pp. 147-148.

https://lasangustiascordoba.es/valoracion-artistica

PÉREZ MORALES, José Carlos. "El escultor cordobés Juan de Mesa y la Orden de la Merced", en Encrucijada. Revista del Instituto de Investigaciones Estéticas, nº 1, Ciudad de México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2009, p. 9.

 

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