EL DESCANSO EN LA HUIDA A EGIPTO (II)
18/12/2025

El Museo Nacional del Prado de Madrid incorpora a su colección la obra Descanso en la huida a Egipto, realizada por Luisa Roldán (Sevilla, 1652 - Madrid, 1706), una de las artistas más singulares del barroco hispano. La escultura, fechada y firmada en 1691, constituye un testimonio excepcional del talento y la innovación de la primera mujer que alcanzó el rango de escultora de cámara en la corte de Carlos II y Felipe V. El grupo escultórico, elaborado en terracota y madera policromada, destaca por la delicadeza en el modelado y la riqueza cromática, que se conserva en óptimas condiciones. La escena, que muestra a la Sagrada Familia en un momento de reposo durante la huida a Egipto, se completa con detalles naturalistas como el árbol que enmarca la composición, revelando la maestría técnica y la sensibilidad narrativa de la autora. El Niño aparece sobre pañales en el regazo materno. Madre e Hijo se hallan descansando delante de un árbol -del que surgen varios pajarillos y tres gozosos querubines, uno de ellos descabezado- y son adorados por San José y un arcángel arrodillados. Completan la escena el asno que les sirve de montura, un perro, una cabra y un cordero. Firma y fecha se hallan inscritas claramente al frente. Posee una base similar al anterior, viniendo a medir con ella 70 x 30 x 60 cm. La pieza procede de la histórica colección Güell, referente en la escultura española, y fue adquirida en la reciente subasta de la casa madrileña Abalarte por un importe de 275.000 euros. Apareció publicado y referenciado por el conde de Güell, Francisco Javier Sánchez Cantón y María Victoria García Olloqui. Esta adquisición, realizada por el Ministerio de Cultura y adscrita al Museo del Prado, permite profundizar en el diálogo entre escultura y pintura en la España barroca, estableciendo vínculos con artistas contemporáneos como Luca Giordano, también presente en su colección. Además, enriquece el conjunto de escultura devocional del Museo, junto a obras de Gregorio Fernández, Pedro de Mena, Luis Salvador Carmona y Juan de Mesa, ofreciendo una visión más completa del arte cortesano y de la identidad cultural hispánica. Es la primera obra de Luisa Roldán que se incorpora al Museo del Prado, y aunque su nombre ya figuraba en la fachada entre otros grandes maestros, aún no estaba presente en la colección. Con esta incorporación, el Prado reafirma su compromiso con la recuperación y difusión del legado artístico femenino, situando a Luisa Roldán en el lugar que le corresponde dentro de la historia del arte universal. |

Fotos: Alabarte
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