MITOS GRECORROMANOS EN EL ARTE (IV)
PERSEO Y LA CABEZA DE MEDUSA

Sergio Cabaco y Jesús Abades


 

 

El Mito

Medusa era la peor de las tres gorgonas, terroríficos monstruos mitológicos que devastaban comarcas enteras. Su cuerpo era horrendo y enorme, tenía la nariz chata y las orejas muy grandes; la boca, grande y negra, dejaba ver unos dientes largos como colmillos de jabalí. En vez de cabellos, pequeñas serpientes se retorcían y enmarañaban su cabeza. Sus ojos arrojaban llamas y tenían el mortífero poder de petrificar a cuantos la miraban. Por si fuera poco, estaba armada de espantosos brazos de bronce, volaba como un águila con alas de oro y, cuando rugía con su salvaje alarido, sembraba el terror por todo el territorio.

Perseo, encargado de matar a Medusa, recibió la ayuda de Mercurio, que le regaló un par de sandalias aladas, una espada de bronce y el escudo de Minerva para su empresa. Así mismo, le indicó el lugar donde vivían las Greas, las únicas que conocían el lugar exacto de la gruta de las Gorgonas. Éstas eran tres viejas desde su nacimiento, que poseían entre ellas un sólo ojo y un sólo diente, dos cosas que Perseo tuvo que arrebatarles para arrancarles el secreto del refugio de Medusa. Las Greas, entonces, le explicaron con detalle dónde se encontraba y, además, le regalaron un yelmo que lo hacía invisible. Tras ello, les devolvió el ojo y el diente.

El antro donde vivía Medusa con sus hermanas Euriale y Estenia estaba en una árida playa cerca del País de los Muertos, llena de hombres y animales petrificados. Cuando Perseo llegó a la caverna, Medusa dormía. Mirando la imagen del monstruo reflejada en el escudo de Minerva para no recibir su mirada cuando se despertase, le cortó, de un fuerte golpe, la cabeza con su espada. De la sangre de Medusa nació Pegaso, el magnífico caballo alado, en el que montó Perseo para escapar de la gruta. Antes de eso, las hermanas de Medusa ya se habían despertado y buscaban furiosas a Perseo; aunque en vano, ya que el yelmo de las Greas lo hacía invisible.

 

El Autor

Luca Giordano (1634-1705), conocido en España como Lucas Jordán, familiarizado con los pintores flamencos, José de Ribera, Veronés, Tiziano y Rafael. Nacido en Nápoles, vivió en Roma, Florencia, Venecia, Bérgamo y, finalmente, en Madrid, ciudad esta última donde permaneció diez años como pintor de cámara de Carlos II.

En sus fastuosas composiciones, de gran fuerza expresiva y pincelada suelta y tajante, fueron frecuentes los temas mitológicos, caso de los frescos que decoran el Palacio Medici-Riccardi de Florencia.

Cabe destacar que, hasta el siglo V d.C., aproximadamente, Medusa era representada con la fealdad que les hemos descrito anteriormente; a partir de entonces, el mito adopta rasgos femeninos, e incluso atractivos, a los que Giordano tampoco es ajeno, reduciendo casi lo escabroso a las serpientes que conforman su cabellera.

 

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