ATRIBUTOS MARIANOS - LOS FRUTOS
VIRGEN DE LA PIÑA
27/05/2025
El establecimiento en Sevilla de Juan Bautista Vázquez el Viejo, coincidente con el fallecimiento del flamenco Roque Balduque (1561), le convierte en el escultor más solicitado de la Diócesis, y será el protagonista indiscutible, junto con su discípulo Jerónimo Hernández, en el cambio de gusto que va a experimentar la clientela sevillana, al preferir ya, y hasta el traspunte del siglo XVII, el retablo escultórico en vez de los tradicionales altares de pintura. Como tracista de retablos, Juan Bautista Vázquez utilizó en Sevilla tres tipos diferentes: retablos mayores de imaginería escultórica, estructuras arquitectónicas dirigidas a capillas laterales -destinadas a albergar programas pictóricos que subarrienda a sus colaboradores habituales, caso de Pedro de Villegas- y tabernáculos de una y tres calles. De estos últimos, el único conservado en la actualidad es el dedicado a la Virgen de la Piña (1577), en el templo parroquial de Santa María de la Oliva, de Lebrija (Sevilla). Particular interés ofrece la imagen mariana, cuyo canon policlético (1/7) constituye una involución al clasicismo de sus primeras obras castellanas, tras el paréntesis manierista que supone el alargamiento de las imágenes que decoran los retablos mayores de la Catedral de Sevilla, Santa María de Carmona (Sevilla) y Santa María de Medina Sidonia (Cádiz). |
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Dicho clasicismo y sus semejanzas con la Virgen del Facistol de la Catedral sevillana, de la que claramente deriva, fueron precisamente los rasgos que impulsaron al profesor José Hernández Díaz a enrolar esta imagen de la Virgen de la Piña en el círculo artístico de Juan Bautista Vázquez. Con motivo de su presencia en la exposición El arte del Renacimiento en Sevilla se llevó a cabo la restauración de la Virgen de la Piña por parte de S&S Restauraciones, empresa dedicado a la conservación y restauración del patrimonio artístico. Era fundamental un tratamiento estructural para consolidar la estabilidad de la imagen, ya que sufría graves patologías en la peana, desde la que surgían numerosas grietas longitudinales en todo el volumen. Además, a nivel superficial, era necesaria una limpieza de la policromía y los estofados y un tratamiento de fijación de los estratos con el fin de evitar más pérdidas. Se finalizó con una reintegración de los estucos faltantes y con pigmentos al barniz e iriodín sobre las zonas recuperables. Desafortunadamente no se completaron las pérdidas de volumen como el brazo del Niño, ya que no existe documentación gráfica de su posición original. En la iconografía cristiana la piña es símbolo de virginidad y castidad, aunque también está ligada al simbolismo de la diosa-madre que representa el huevo del mundo, la fuerza vital y la promesa de fecundidad. |
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FUENTES Con información y fotografías de S&S Restauraciones. PALOMERO PÁRAMO, Jesús Miguel. "Juan Bautista Vázquez el Viejo y el retablo de la Virgen de la Piña, de Lebrija", en Archivo Hispalense, tomo 69, n º 210, Ediciones de la Diputación de Sevilla, 1986, pp. 161-163. |
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