ATRIBUTOS MARIANOS - LOS FRUTOS
VIRGEN DE LA MANZANA
19/05/2025
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Foto: José Luis Filpo Cabana |
La Virgen de la Manzana se encuentra en el Museo del Monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos). Es una talla de 88 cm. de altura que conserva la policromía original. Puede datarse entre los años 1275 y 1285. Ha sido relacionada por María José Martínez con las esculturas realizadas por el llamado maestro de la Anunciación de la catedral burgalesa y con el taller del claustro y las torres del referido templo metropolitano. Es la única escultura erguida de este periodo, en Burgos y su provincia, realizada en madera y que tiene talladas todas sus caras, cuando lo habitual es que el dorso se ahueque y se cubra con una tabla lisa o el vaciado quede al descubierto. María muestra el cuerpo desviado hacia la izquierda, rompiendo con la composición frontal. El rostro es ovalado, de amplia frente, con el cabello distribuido a dos bandas, visible hasta la altura de las orejas, donde desaparece. Los ojos son rasgados, con párpados gruesos, la nariz es afilada, los finos labios esbozan una sonrisa, y bajo la barbilla, también muy fina, aparece algo de papada. Con la mano derecha, orientada hacia arriba y con los dedos estirados, muestra una manzana al Niño, que aparece sentado sobre la mano izquierda de la Madre, con el cuerpo de perfil al espectador. Con el dedo índice de la mano derecha acaricia el cuello de su madre, dentro de una temática muy querida en la escultura francesa, la de la Virgen de la ternura, y la izquierda se aproxima a la manzana. En la indumentaria de María destaca la voluminosidad del velo, sujeto por un aro, en torno al cual se forma un plegado rítmico. El velo se ondula separándose del rostro y se recoge por detrás de la espalda, hasta la altura de la cintura. Destaca, ante todo, el drapeado del mismo por la parte trasera. Por su parte, el Niño viste túnica holgada, de cuello ancho al igual que las bocamangas. La túnica se prolonga hasta la altura de los tobillos. La manzana tiene amplia simbología por ser uno de los primeros frutos que el hombre aprendió a recoger. Antiguo símbolo de fecundidad, su forma esférica remite también a la Tierra y a la noción de eternidad. |
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FUENTES MARTÍNEZ MARTÍNEZ, María José. "La escultura monumental de la Catedral de Burgos y su influencia en la escultura exenta del siglo XIII", en Biblioteca. Estudio e investigación, n º 24, Ediciones del Ayuntamiento de Aranda de Duero (Burgos), 2009, pp. 240-241. BECKER, Udo. Enciclopedia de los símbolos, Barcelona, Robinbook, 2003, p. 266. |
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