EL MARTIRIO DE SAN SEBASTIÁN (I)
GUSTAVE MOREAU

Con información de Sergio Cabaco y Jesús Abades


 

Al ser enero el mes de su festividad, este especial aborda la figura de San Sebastián en su iconografía más popular -la de su martirio- a través de los artistas. Capitán de la guardia pretoriana y favorito del emperador romano Diocleciano, fue condenado a ser asaeteado por sus propios arqueros tras su conversión al cristianismo. La imagen del joven atado al árbol, desnudo y atravesado por las flechas, con una expresión entre la agonía y el éxtasis, fue desde el Renacimiento un pretexto para el disfrute de los sentidos.

 

 
 

San Sebastián

Gustave Moreau
1870-1875
Óleo sobre lienzo
Musée National Gustave Moreau de París

 

Icono del simbolismo, Gustave Moreau creó muchas versiones de este tema. Las monumentales decoraciones y el tratamiento del paisaje evocan al barroco Claude Lorrain, conocido en España como Claudio de Lorena.

A finales del siglo XIX, las cada vez más volátiles categorías de la masculinidad, el impulso de una existencia más espiritual, y la irrupción del feminismo y la "nueva mujer" se manifiestan artísticamente en un grupo de representaciones, tanto de cuerpos masculinos como femeninos, conceptualmente interrelacionadas, que van desde lo grotescamente sexualizado hasta lo asexual.

De este modo, lúbricas imágenes de la mujer como femme fatale sexualmente voraz conviven con imágenes inocuas de la mujer como icono asexual, puro y pasivo. Las primeras fueron frecuentes en Alemania, mientras que las segundas prevalecieron entre los simbolistas de Francia y, en realidad, de toda Europa.

 

 
 

San Sebastián atendido por las Santas Mujeres

Gustave Moreau
1869
Óleo sobre lienzo
Clemens-Sels-Museum de Neuss

 

Al mismo tiempo, las recreaciones del desnudo masculino reaparecieron bajo el disfraz de un efímero, asexual y a menudo homoerótico andrógino, como se ve en el San Sebastián pintado por Moreau.

Moreau muestra a su santo favorito -seguramente por ser de los pocos personajes cristianos que permitían el tratamiento del desnudo- solo en su martirio, confortado por un ángel, atendido por unas santas mujeres, ante los arqueros que lo ejecutaron, frente a una multitud... En todos los casos, siempre lo toca con una aureola bizantina, debido a su predilección por lo recargado y suntuoso del arte oriental. Cuando es asistido por las mujeres el tema recuerda el de la Piedad, el otro pasaje del cristianismo que más cultivó Moreau.

La imagen de San Sebastián se convertiría, gracias a referentes estéticos como los de Moreau, en el icono gay por excelencia. Algunos expertos aseguran que tuvo como precedente al efébico Cristo expirante de Goya.

 

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FUENTES

https://www.lahornacina.com/dossiermadrid4.htm

TOWNLEY MATHEWS, Patricia. Passionate discontent: creativity, gender, and French Symbolist Art, The University of Chicago Press, 1999, p. 86.

 

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