Tal y como establecían las leyes hebraicas y romanas, el condenado a la pena de la crucifixión debía cargar con su propia cruz a plena luz del día hasta el monte llamado Gólgota. Según algunas versiones, Jesús sólo llevó el patibulum sobre los hombros, e incluso otros piensan que la cruz fue portada por un tercero ante el extenuado estado que presentaba el reo tras ser cruelmente azotado.

El Nazareno de Huércal Overa, que participa en las espectaculares procesiones de Semana Santa del municipio almeriense, es una de las obras menos conocidas del famoso escultor murciano Francisco Salzillo. Fue realizado en 1745, mide 155 cm de altura y presenta los grafismos típicos del estilo pasionista de Salzillo: dramático realismo, profundo estudio de la composición, uso de postizos en los ojos de cristal y el cabello de pelo natural, dulzura en las facciones, perfil semítico y labios resecos. Las encallecidas manos de Jesús, que avanza fatigado hacia el fatídico destino, abrazan suavemente el madero.

Para conmemorar el tercer centenario del nacimiento de Salzillo, el próximo año se celebrará una magna exposición dedicada a su obra. La muestra se exhibirá en la primavera del año 2007 en Murcia a través de tres sedes: la Iglesia de Santo Domingo; la Iglesia de San Esteban, compartida con la Iglesia de San Miguel; y la Iglesia de San Andrés, compartida con la Iglesia de Jesús, además del propio Museo Salzillo. En otoño, el evento se trasladará al Museo Nacional Colegio de San Gregorio de Valladolid.