PREMIOS LA HORNACINA - 10 AÑOS (VIII)
ANTONIO YUSTE NAVARRO

Sergio Cabaco


 

 

El autor

Tan joven como prolífico, Antonio Jesús Yuste Navarro (Cieza, Murcia, 1985) es un artista de hondas creencias religiosas y un gran defensor del arte sacro como catalizador de la espiritualidad del individuo. Consciente de la hostilidad de gran parte de la crítica contemporánea hacia su trabajo, Yuste se ha aislado en un pequeño edén creativo con el fin de desarrollar, sin los conflictos de las grandes ciudades, un tipo de imaginería tan humana como divina, siempre enfocándola hacia la necesidad de establecer el contacto íntimo del culto con los fieles.

 

 

La obra

Como bien apreció el amigo Enrique Centeno, con el Cristo de la Expiración para la cofradía ciezana de San Pedro el escultor superó la etiqueta de "prometedor artista" para entrar de lleno en el primer nivel de la imaginería española; de hecho, esta obra bien puede considerarse un homenaje a la escultura sacra que tanta fama ha dado al arte del país, ahondando Yuste -con un estilo ya plenamente reconocible- en la minuciosidad y misticismo del barroco, la riqueza de volúmenes renacentista y el clasicismo del arte mediterráneo.

 

 

El proyecto

Entre siete u ocho meses le llevó a Yuste materializar lo que él definió como un punto y aparte en su trayectoria. Profeta en su tierra, su imponente crucificado, representación de la muerte conquistando el macilento cuerpo de Jesús, solo recibió elogios desde un principio y pudo participar, tras su ejecución, en la llamada "Procesión del Penitente" del Viernes Santo de Cieza. No solo fue hasta la fecha su obra más reconocida, sino también en la que trabajó más libre e intensamente, y por tanto una con las que Yuste más se identifica como creador.

 

 

La acogida

Fue la primera vez que este reconocimiento se entregó fuera del estudio del autor. Dado que teníamos que viajar a Cieza, localidad natal de Yuste y destino de la obra premiada, el lugar escogido fue la iglesia donde el Cristo se venera: el templo de Santa Clara, un colorista espacio diseñado por Francisco Giménez y Pepe Lucas que reinventa el recinto religioso inspirándose en las vanguardias del siglo XX. Salvo la estratosférica ubicación de la figura, que dificultó bastante las fotografías, todo salió bien y nos trataron como si fuéramos de la familia.

 

 

La opinión del experto

Siempre atento con La Hornacina, José Luis Romero Torres eligió la efigie del Cristo Atado a la Columna que José María Ruiz Montes labró para la localidad alicantina de Torrevieja. Una pieza de gran conmoción visual cuyo primer boceto se presentó en la Bienal de Espartinas del año 2006. Otras creaciones impactantes que concurrieron en la selección fueron el Cristo de la Sed de González Jurado, la Dolorosa hiperrealista de Parra Hernández, la schieliana Magdalena de Abrines o la soberbia Piedad Invertida de Marina Vargas.

 

 
     
     
 

 

Fotografías de Manuel Carpio y Sergio Cabaco

 

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