EL TEMPLO DEL SANTO ÁNGEL (SEVILLA) EXPONE AL CULTO UNA OBRA DE LUIS DE VARGAS

Con información de Enrique Valdivieso y Juan Dobado (29/04/2024)


 

 

La comunidad de Carmelitas Descalzos del Santo Ángel de Sevilla celebrará el próximo 30 de abril, a las 12:30 horas, el acto de presentación de la nueva donación para la iglesia carmelitana del Santo Ángel de la Guarda. Se trata de una monumental pintura sobre tabla (186 x 97 cm, 224 x 138 cm con el marco), realizada hacia 1560, que representa a María con el Niño bajo la advocación de Virgen de la Pera, obra de Luis de Vargas (Almendralejo, Badajoz, hacia 1505 - Sevilla, 1567), afamado pintor del renacimiento sevillano.

Hablamos de una de las primeras representaciones concepcionistas de la pintura sevillana. Su culto en el templo sevillano del Santo Ángel ha sido posible gracias a una donación anónima para la comunidad carmelitana, en memoria de unos bienhechores. El acto tendrá lugar en la propia iglesia (Calle Rioja, 23), a cargo de Juan Dobado, prior del convento, y de Enrique Valdivieso, catedrático de la Universidad de Sevilla.

La obra fue subastada en 2021 por la Casa Isbylia de Sevilla junto al Descendimiento, también de Luis de Vargas. La pieza que nos ocupa muestras claras características de estilo que permiten reconocerla como perteneciente a la escuela sevillana de mediados del siglo XVI y, además, considerarla obra de Vargas, quien la realizaría en torno al año 1560.

 

 

El tipo físico de la Virgen y especialmente la expresión de su rostro, es totalmente característico de Vargas, quien durante largos años permaneció en Italia, principalmente en Roma, moviéndose en el círculo de pintores que seguían el estilo de Rafael. De ellos sacó Vargas la elegancia clásica y el sentido de una belleza amable y serena. La figura del Niño y especialmente la expresión de su rostro son también propios y característicos del artista sevillano, que en este caso supo resolver admirablemente el resto de su infantil anatomía. Otros detalles técnicos de esta pintura revelan la autoría de Vargas, como la marcada ejecución del dibujo en la realización de los pliegues de la túnica y del manto de la Virgen.

Muy importante es el sentido iconográfico que alberga esta pintura, ya que la aparición de la media luna a los pies de María, señala claramente que está representada bajo la advocación de la Inmaculada. Por ello va vestida con túnica blanca y manto azul según la visión que había tenido la beata Beatriz de Silva, que vio a la Virgen María vestida con estos colores. Esta beata fundó la Orden de la Inmaculada Concepción en 1454.

Por sus grandes dimensiones, esta tabla es posible que fuese la pieza central de un retablo que, por su fecha, debió de ser una de las primeras representaciones de la Inmaculada en el arte sevillano. Al menos en conocimiento de Valdivieso, no existe ninguna obra con dicha iconografía mariana anterior a ella.

 

 

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