RESTAURACIÓN DE EL ÁRBOL DE JESSÉ, UNA DE LAS
VIDRIERAS MÁS EMBLEMÁTICAS DE LA CATEDRAL DE LEÓN

Verónica Viñas para Diario de León (12/12/2007)

Una de las vidrieras más emblemáticas de la Catedral ya no está en el ábside. Acaba de ser desmontada. Esta espléndida obra del siglo XIV ha sido trasladada a escasos metros, al taller instalado en el Seminario Mayor, donde los expertos restauradores intentarán devolver a sus cristales el esplendor con que lucían hace siete siglos.

El Árbol de Jessé es la primera ventana en ser iluminada por los rayos de sol que se filtran en el templo. Representa la naturaleza humana de Jesús. «Con esta alegoría arbórea Isaías había anunciado proféticamente la llegada del reino mesiánico, pacificador y universal, pues del tronco de Jessé, padre de David, saldría una vara, de cuyas raíces retornaría un vástago, que es Cristo», escribe Máximo Gómez Rascón, director del Museo Diocesano en el libro La Catedral de León. Mil años de historia, publicado por el Diario.

La empresa Esoca acometerá la rehabilitación de 32 vidrieras en los próximos meses: doce del presbiterio -donde se encuentran algunas de las vidrieras más antiguas, todas del XIII y XIV- y otras veinte del triforio.

«Se están cumpliendo las previsiones», afirma Mario González, administrador y fabriquero de la Catedral. Según el convenio firmado por Caja España y la Junta -por un presupuesto que asciende a 4,5 millones de euros- todas las vidrieras del presbiterio estarán restauradas a finales del año 2009. «Vamos a buen ritmo», subrayó ayer González. Además, Esoca está restaurando al mismo tiempo las del triforio, la mayoría del siglo XIX, diseñadas por el dibujante leonés Alberto González -abuelo de los ilustres abogados y políticos José María y Fernando Suárez-.

Cuando concluya la restauración de los vitrales del triforio y del presbiterio, aún restarán por recuperar otros 800 metros cuadrados de vidrieras, de los 1.800 que tiene el templo gótico leonés. La plataforma situada a los «pies» de la Catedral permite contemplar «en directo» esta restauración. Más de 30.000 personas han subido a esta estructura para tener una imagen inédita del templo y «tocar» los vitrales que convierten a la Catedral en única.

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