En el muro izquierdo de la iglesia estepeña de la Asunción se abre la Capilla de los Dolores (ver enlace). Este recinto sacro cuenta con un pequeño retablo, relacionable con los talleres antequeranos y especialmente con las obras realizadas por la familia Primo (hacia 1760), dedicado a San Pedro Apóstol.

La magnífica imagen del santo, completamente anatomizada aunque suele ser vestida, es coetánea al retablo y seguramente de la misma procedencia. Se le representa arrodillado, en amargo llanto tras haber negado a Cristo, con las manos prietas, el rostro implorando perdón y la mirada perdida hacia la celestial altura.

Dicha talla de San Pedro, titular además de una hermandad que lleva su nombre, ha sido retratada por el joven pintor estepeño Juan Fernández Robles. El cuadro, realizado mediante la técnica del óleo sobre lienzo, muestra al santo vestido con sus ricos ropajes bordados y tiene unas medidas de 63 x 73 cm.