LA RESTAURACIÓN DEVOCIONAL (Y III)

Sergio Cabaco y Jesús Abades


 

 
 
 

 

En ocasiones extremas, este tipo de intervenciones no sólo conllevan la pérdida de la impronta original de una imagen, sino también la de su integridad como escultura. Es el caso del Cristo Atado a la Columna, del municipio gaditano de Alcalá de los Gazules, retocado por Alfonso Berraquero en el año 1989. Diez años después, la talla se quebró por los tobillos, los cuales, debido a la restauración de Berraquero, carecían de toda materia, pues la madera había sido sustituida por una pasta sintética que no soportó el peso de la imagen. También se había sustituido sin necesidad la peana de sujeción y se le había dado al Cristo una nueva inclinación y postura totalmente anómalas. Afortunadamente, la imagen fue objeto de una adecuada restauración en el año 2000 por Miguel Ángel Pérez Fernández y Ricardo Llamas, quienes le devolvieron el aspecto, inclinación y policromía originales. Las fotografías que ilustran el artículo fueron tomadas en el taller de dichos profesionales, quienes, visto el deplorable estado en que había quedado la obra, dudaron en un principio si volvería a salir en procesión.

 

 

La imagen de la Virgen de la Victoria, titular de la Cofradía del Cristo de la Expiración (Cádiz), fue profundamente remodelada en 1988 por el escultor gaditano Luis González Rey, quien imprimió sus grafismos personales en la talla. El original correspondía a Carlos Emilio Bartús Loreto (1940).

 

 

La sevillana Virgen del Buen Fin, obra del escultor archidonés Juan de Astorga (1810), fue restaurada por Manuel Escamilla Cabezas en el año 1957. La intervención afectó principalmente a la policromía de la mitad superior de la mascarilla, repintándose las cejas para acentuar el rictus de dolor de la imagen. La restauración de Juan Manuel Miñarro (1996) mantuvo tal modificación a petición de su corporación de penitencia, que justificó su decisión en conservar un aspecto que conocían ya muchos devotos de una de las titulares marianas de la Cofradía de la Sagrada Lanzada.

 

 

En el año 1942 la malagueña Cofradía de los Gitanos encargó la imagen de su titular, Jesús de la Columna, a Juan Vargas Cortés, escultor de raza gitana. Tan entrañable circunstancia no impidió que, en 1980, fuera retocada y repolicromada por el artista carmonense Francisco Buiza Fernández, en una operación muy similar a la que el imaginero efectuó por las mismas fechas al titular de la Entrada en Jerusalén de Cádiz.

 

 

La actual imagen de la Virgen del Socorro, titular de la Cofradía del Amor (Sevilla), es el fruto de la remodelación practicada por Francisco Buiza sobre una imagen original del escultor sevillano Juan de Mesa (1618-1620), cuyos rasgos el escultor carmonense intentó reproducir en la medida de lo posible. Dichos rasgos habían quedado irremediablemente alterados debido a sucesivas reformas efectuadas por Gabriel de Astorga (siglo XIX), Eduardo Muñoz (1931) y Antonio Castillo Lastrucci (1934).

 

Fotografía de Alcalá de los Gazules del diario ABC

 

Primera Entrega en este

Segunda Entrega en este

 

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