PATRIMONIO DESTRUIDO EN 2018

26/12/2018


 

Son solo algunos ejemplos de un patrimonio finito, único e irrepetible que en algunos casos ya no está entre nosotros. Hemos preferido mostrar varios de ellos antes de la pérdida o del daño causado para una mayor comprensión del alcance de esta aberrante aniquilación que ni el mejor escaneo 3D nos podrá traer de vuelta sin cambios sustanciales en su aspecto original.

 

 

Templo de Ain Dara

Ain Dara tenía unos 3.000 años y era obra de la cultura aramea sobre una edificación hitita del año 1300 a.C., modificada posteriormente con leones de basalto y dedicada a la diosa Ishtar. Aviones turcos destruyeron el templo en un 60% el pasado mes de enero, dentro del marco de la operación "Rama de Olivo" contra las milicias kurdas situadas en Afrín, en un área del noroeste de Siria fronteriza con Turquía, consideradas terroristas por Ankara. Lo que no pudieron destruir griegos, persas, romanos, bizantinos y árabes, ni tampoco las hordas turcas llegadas de Asia Central 2.000 años después de ser construido, ha sido arrasado por la Turquía contemporánea de Erdogan. Una catástrofe similar a la de Palmira, cuyos destructores eran miembros de Estado Islámico. Otro histórico enclave sirio, Alepo, cuenta ya con más del 10% de sus edificios históricos destruidos en los cinco años de conflicto en ese país, según un reciente estudio de la Unesco.

 

 

Museo Nacional de Río de Janeiro

Fundado por Juan VI como residencia de la familia real portuguesa, había llegado en junio al bicentenario en medio de una situación de abandono y desidia de las autoridades: goteras, filtraciones, salas vacías, problemas en las instalaciones eléctricas e incluso una plaga de termitas en una de sus mayores atracciones: el montaje de la primera réplica de un dinosaurio de tamaño real en Brasil. En septiembre, el fuego consumió el 90% de un interior formado más de 20 millones de valiosas piezas que lo situaban como el museo de historia natural y ciencias humanas más importante de Latinoamérica. Un mes antes, representantes del museo buscaron a los bomberos para tratar la instalación de un sistema adecuado de protección contra incendios.

 

 

Iglesia de San Lamberto

Fue construida entre 1888 y 1891 en un colosal estilo neorrománico para sustituir a una iglesia anterior de origen gótico que se había quedado demasiado pequeña para las necesidades parroquiales. Dañada gravemente en 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, fue ejemplarmente reparada entre 1946 y 1949. La iglesia se encontraba en Immerath, un pueblo alemán demolido a lo largo de la presente década para extender una gran mina de lignito operada por la compañía RWE. El templo, desacralizado en 2013, fue destruido en enero de 2018 alegando los elevados costes que implicaba su mantenimiento. La mayoría de sus bienes muebles habían sido comprados por particulares o por otras parroquias o congregaciones religiosas.

 

 

Palacio de los Duques de Osuna

Nuevamente hay que hablar de un incendio (intencionado) y del abandono de la edificación afectada, en este caso situada en pleno centro de Aranjuez. En mayo las llamas calcinaron la cubierta del inmueble, provocando que el tejado se derrumbase sobre la planta superior y afectando a varias viviendas colindantes. El palacio, conocido también como Palacio Farinelli al ser encargado por el famoso cantante italiano, es de estilo neoclásico y fue construido en 1761. Es un triste ejemplo del deterioro que sufren muchos edificios del casco histórico de Aranjuez y de un buen número de ciudades españolas. Lejos de la atención y el tratamiento que necesitan por parte de las autoridades ante su mal estado, pese a su legado histórico y artístico se dejan languidecer hasta que acaban en ruinas y, en muchos casos, son demolidos con fines especulativos para construir nuevos edificios de bajo coste cuyo valor arquitectónico y urbanístico es prácticamente nulo.

 

 

Ermita de San Miguel

Hablamos ahora del preocupante expolio que cada año sufren los monumentos ubicados en un entorno rural habitualmente despoblado. A veces, como sucedió en este templo, el saqueo es llevado a cabo por grupos organizados que colocan los elementos de valor en el mercado negro, casi siempre en el extranjero. La ermita, original del siglo XI y en riesgo de derrumbe desde hace muchos años, se encuentra en la localidad de Rioseco de Soria y era el centro religioso de una pequeña población llamada La Mercadera, despoblada en 1951. El pasado verano fue objetivo de un importante robo en el que se empleó maquinaria profesional, llevándose los ladrones la sillería del arco de entrada y la cruz pétrea de la espadaña, entre otros elementos.

 

 

Villa Ambron

La destrucción de esta joya arquitectónica de Alejandría, afectada al igual que El Cairo por la superpoblación y la ruina, es una más de las numerosas demoliciones que contribuyen al borrado sistemático del legado cultural de la segunda ciudad de Egipto. Y es que la acelerada desaparición del patrimonio urbano no afecta solo a Alejandría, sino que es un proceso que tiene lugar en todo el país árabe desde la década de 1970. Villa Ambron toma el nombre de su creador, el arquitecto Aldo Ambron, quien la edificó a principios del siglo pasado para ser su residencia particular. En ella tuvo también su residencia el famoso escritor Lawrence Durrell, de hecho su gran obra maestra "El cuarteto de Alejandría" se fraguó entre sus paredes. Hoy ocupa su lugar un siniestro parking rodeado por terribles moles de cemento, sin que los preservacionistas locales, que incluso llegaron a reunir fondos para comprar la propiedad, hayan podido evitarlo.

 

 

Arco de Triunfo

Por muy legítima que sea una protesta, resulta intolerable que se acompañe de actos vandálicos. El pasado 1 de diciembre, el famoso emblema del París neoclásico, erigido entre 1806 y 1836 por orden de Napoleón Bonaparte para conmemorar la victoria en Austerlitz, fue blanco de grafitis tanto en sus muros exteriores como en las dependencias interiores, donde muebles y cristales quedaron destruidos y varias obras de arte afectadas. La peor parte se la llevó el yeso de La Marsellesa, reproducción del busto de una figura femenina con gorro frigio que se halla en uno de los altorrelieves de las jambas del monumento, obra de François Rude. La escultura es ahora objeto de una restauración "in situ" debido a la imposibilidad de desplazarla por lo frágil de su material.

 

 

Villa de Olmedo

Lamentable suceso que pone de manifiesto el desamparo del patrimonio arqueológico, uno de los que más peligro corren frente a la voracidad del desarrollo urbanístico mundial. A finales de mayo, una empresa ejecutó obras sin autorización consistentes en la extracción de tierras, habiendo realizado un desmonte con medios mecánicos que destruyó parte de la estratigrafía arqueológica existente en este yacimiento de Olmedo, principalmente de la Edad Media, siendo identificada una empresa de Valladolid como autora de los hechos e investigada la persona que figura como administrador único por un supuesto delito sobre Patrimonio Histórico, por causar daños en un yacimiento arqueológico catalogado en el PACU.

 

 

Brimham Rocks

De especial vulnerabilidad es también el patrimonio paisajístico y natural. Muy por encima de los desastres meteorológicos se encuentra la acción del hombre, ya sea a través de la deforestación o el vandalismo. Incluso gran parte de los fenómenos más impactantes de la meteorología ocurridos en las últimas décadas por el cambio climático han sido causados por la agresión del hombre a su entorno. En este caso, un acto vandálico cometido el pasado mes de junio causó daños irreparables en la fisonomía de esta icónica formación de rocas areniscas, unos llamativos hitos naturales que tardaron cientos de millones de años en adquirir su aspecto actual por los efectos de la erosión del agua, la glaciación y el viento, llegando algunos a alcanzar una altura de nueve metros. Bastó solo una tarde en la que unos pandilleros empujaron violentamente una roca en la parte superior de uno de los riscos para provocar que cayera desde la cima y dañara irremediablemente el lugar.

 

 

Escultura de San Jorge

Cerramos con el que probablemente sea el atentado patrimonial más mediático del año, efecto de otro agente agresor de importancia en los últimos tiempos: las malas restauraciones. Desde que la empresa de restauración ArtUs lo denunciara el pasado mes de junio a través de las redes sociales, la imagen de esta talla polícroma de la primera mitad del siglo XVI, desfigurada tras ser intervenida por manos inexpertas, ha dado a la vuelta al mundo. La responsable, además de lijarla, aplicarle tres capas de escayola y repintarla con total desprecio hacia el original, divulgó parte de su calamitosa actuación en un vídeo que no tardó en borrar tras la referida denuncia junto con otras intervenciones similares a otras figuras, aunque este portal pudo hacerse eco de una de ellas sobre una efigie manierista de Santa Elena (ver enlace). Actualmente el santo, venerado en la localidad navarra de Estella, está siendo reparado, en la medida de lo posible, por expertos que siguen los criterios propios de una restauración de escultura policromada, algo que no siempre ocurre en el país de los "eccehomos" por ignorancia e intrusismo. Si algo bueno se puede sacar con lo de Estella es que constituya un precedente sancionador.

 

Si quieren denunciar cualquier tipo de agresión al patrimonio histórico-artístico
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