Imagen de las llamadas de culto o devoción, actualmente en la Ermita de la Soledad, debió de pertenecer en origen a alguna de las ermitas cercanas y desaparecidas de Benavente, como fueron la de la Piedad o la de San Lázaro. Presenta elementos arcaizantes como son el vientre abultado, el alatonado de los pliegues del paño de pureza y la falta de expresividad en el rostro, aunque con todo trasmite cierta morbidez.

Es una imagen de Cristo Crucificado con cierto sabor ruralizante, ejecutada seguramente por la mano de algún artesano o tallista local. Si bien en la misma se observan aportaciones góticas en la postura del cuerpo y en la inflexión de las rodillas También el hecho de que los pies estén sujetos por un solo clavo supone una innovación frente a los elementos retardatarios que presenta el resto de la imagen.

Don Manuel Gómez Moreno fecha su ejecución en el siglo XIV, otros autores dudan entre el siglo XIV y el XV. Con todo, pensamos que el Cristo de los Afligidos podría inscribirse al último tercio del siglo XIV. Se restauró en el año 1998, ya que, debido a una severa plaga de termitas y carcoma, se encontraba en un estado precario de conservación. Los restauradores fueron los hermanos Ángel Luis López y José Carlos Guerra.

En los primeros años 90, las Cofradías de la Santa Vera Cruz y del Santo Entierro de Benavente, de la mano de su Secretario General José María Esguevillas, dan un impulso a la Semana Santa recuperando tradiciones y ritos perdidos durante, fundamentalmente, las dos décadas anteriores. Una de las decisiones que se tomaron en aquellos años, concretamente en 1994, fue la de procesionar el Viernes Santo por la noche las imágenes de la Piedad y del Cristo de los Afligidos, que se encuentran en la Ermita de la Soledad.

El estado de conservación y la antigüedad de la talla inclinan con gran acierto a los cofrades de Benavente a tomar la decisión de no procesionar esta imagen. Su última participación la realizó el Viernes Santo del año 2003. Hay quienes piensan que la Virgen de la Piedad y el Cristo de los Afligidos nunca debieron salir de la Ermita de la Soledad, puesto que no son imágenes idóneas para procesionar en Semana Santa.