FRANCISCO VERGARA BARTUAL
Francisco Vergara Bartual (L'Alcudia, Valencia, 1713 - Roma, 1761), llamado también Francisco Vergara "El Menor" para distinguirlo de su tío Francisco Vergara "El Mayor" -también escultor, además de arquitecto (Valencia, 1681-1753)-, inicia su periplo como escultor en el taller de su padre Manuel Vergara, retablista de renombre que le inicia en la talla. Son también profesores suyos Evaristo Muñoz y Leonardo Julio Capuz, que lo introducen en las disciplinas del dibujo y la escultura, respectivamente. Es conocida la participación del artista en diferentes encargos para conventos e iglesias valencianos, la mayoría de ellos perdidos en los disturbios civiles del año 1936. Del periodo valenciano destaca el retablo mayor de la parroquia del municipio valenciano de Polinyà de Xúquer. La Real Academia de Bellas Artes de San Carlos conserva en Valencia algunos de los dibujos del escultor. El escultor valenciano pasará también por la ciudad de Madrid. La academia que mantenía en la corte madrileña el escultor Gian Domenico Olivieri -cuyas enseñanzas, junto con las que recibiera de su padre, y su apoyo le sirvieron para superar la prueba a la que se le sometió para ingresar como escultor, en 1743, en el Taller Real del Palacio de Madrid- y algunas obras para el nuevo Palacio Real de Felipe V serán el centro de su actividad durante el periodo comprendido entre los años 1742 y 1744. Sin embargo, su obra no adquirirá la relevancia que se merece hasta el periodo romano, que se inicia en 1745 tras recibir una beca del rey Felipe V a través de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, con una pensión anual de 500 ducados, a fin de perfeccionar sus cualidades artísticas. Vergara Bartual entró en el estudio del escultor florentino Filippo della Valle (1698-1768), maestro de gran prestigio en Roma. Sus primeros trabajos en aquella ciudad serían estudios de figuras y de composición, academias, como las conservadas y firmadas por su mano en el Museo de Valencia. En 1748 monseñor Alfonso Clemente de Aróstegui anunciaba desde la ciudad de Roma que Vergara Bartual había hecho un bajorrelieve en mármol representando a Santa Bárbara y tenía intención de hacer, en estuco, una estatua del nuevo soberano español Fernando VI para el palacio de la embajada en Roma que formaría pareja con la que tenía pensado modelar de la reina Doña Bárbara otro escultor español pensionado: Federico Gutiérrez. Sin embargo, de ambas obras no se vuelve a tener más noticia. |
En 1749 es nombrado, casi por unanimidad, miembro de mérito de la Academia de San Lucas, después de haber modelado una figura de David con la Cabeza de Goliat. En la Academia ocuparía el cargo de "proveditore" de la iglesia de los santos Lucas y Martina (1756), juez de escultura (1757 y 1760) y profesor designado para dirigir durante un mes la clase de desnudo en la Academia del Campidoglio. En 1757 la Real Academia de San Fernando le nombra Académico de Mérito; sin embargo, pese a ser el más famoso de los Vergara valencianos, el escultor nunca llegó a ser profeta en su tierra y siempre fue más admirado fuera de nuestras fronteras. En 1750 se abre un concurso de escultores para la realización de la escultura de San Pedro de Alcántara que se ha de ubicar en una de las hornacinas vacías de la nave central de la Basílica de San Pedro del Vaticano, destinadas a los fundadores de órdenes y congregaciones. La elección viene de la mano del también valenciano Pedro Juan de Molina, Ministro General de los Franciscanos. Vergara Bartual es elegido y realiza en mármol de Carrara el colosal San Pedro de Alcántara -mide 450 cm de altura-, su obra principal, de una manera turbadora: da al santo, amigo y confesor de Santa Teresa de Jesús, un carácter místico que capta perfectamente el equilibrio entre el hombre y el espíritu con una sobriedad sobrecogedora y un mensaje teológico y clásico que le dan una unidad perfecta. Asimismo se evidencia en esta obra la desgarradora influencia del "alma bienaventurada" de Gian Lorenzo Bernini -pese al neoclasicismo imperante en su tiempo, Vergara Bartual no fue partícipe de este estilo artístico-, que con su fuerza barroca ayuda a explicar el ya mencionado misticismo que tan definitorios son tanto de San Pedro de Alcántara como de Santa Teresa de Jesús. Hay que hacer hincapié en tres de las obras realizadas a raíz de la popularidad que obtuvo el artista -conocido también desde entonces como Francisco Vergara "El Romano"- a partir de su obra vaticana: un San Ignacio de Loyola en plata para la basílica dedicada en su honor a Azpeitia -que había costeado la Real Compañía de Caracas y fue cincelado en chapa de plata por el orfebre alemán Josep Bauer en el año 1758-, que recoge en esencia el mismo carácter que el San Pedro de Alcántara; las esculturas del Transparente en la capilla de San Julián de la Catedral de Cuenca -tres grandes relieves con historias de la vida del santo y las figuras de las tres virtudes teologales-, proyectada por el arquitecto Ventura Rodríguez; y las esculturas que había modelado en estuco para la decoración del túmulo erigido en la iglesia de Santiago de los Españoles de Roma con motivo de las honras fúnebres dedicadas al monarca Fernando VI, fallecido en 1759. El fallecimiento de Joaquín Fernández de Portocarrero, en el año 1760, brindó al escultor una nueva oportunidad, que paradójicamente sería la última, para recibir otro encargo destacado: el monumento sepulcral de dicho cardenal español con destino a la Iglesia de Santa María del Priorato, de la Orden de Malta en Roma. El trabajo no lo pudo cobrar Vergara Bartual íntegramente ya que la muerte le sorprendió el 30 de julio de 1761, recibiendo su viuda, Teresa Saturni, lo que por esta obra se adeudaba al gran escultor, con cuyo fallecimiento, a los 49 años de edad, se malograba la carrera más estelar de un artista español en Roma. |
Fotografías de David Macchi (Italia) y www.planetasapiens.com (Cuenca)
FUENTES: DE SALES FERRI CHULIO, Andrés. El Escultor Francisco Vergara Bartual (L'Alcudia, 1713 - Roma, 1761), Sueca (Valencia), 1997 (reeditado en 2013); URREA FERNÁNDEZ, Jesús. "Francisco Vergara en Roma", en Boletín del Museo Nacional de Escultura, nº 2, 1997-1998. |
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