ANTONI TÀPIES


 

 
 

Les Quatre Cròniques

1990
Técnica mixta sobre madera
251 x 600 cm
Palacio de la Generalitat de Catalunya en Barcelona

 

Después de la Guerra Civil y la implantación de la dictadura franquista, España presentaba un panorama desolador. Los primeros signos de un resurgir en el campo del arte se apreciaron en Barcelona, con la aparición del grupo llamado Dau al Set, surgido de la relación, iniciada hacia el año 1946, entre el poeta Joan Brossa, el filósofo Arnau Puig, y los pintores Joan Ponç, Modest Cuixart, Antoni Tàpies y Joan Josep Tharrats. Este último poseía una imprenta que utilizaría para publicar la revista que dio nombre al grupo. El primer número es del año 1948, y aunque la revista continuó hasta 1956, el grupo como tal empezó a disgregarse en 1951.

Según Arnau Puig, la actitud del grupo era inicialmente dadaísta, pero enseguida se desprendió una postura doble: surrealista y existencialista. El surrealismo fue la tendencia dominante en la pintura del grupo y perduró en la obra de Joan Ponç, pero los otros miembros de Dau al Set evolucionaron hacia el informalismo, tendencia en la que se impuso con fuerza la figura de Antoni Tàpies.

Antoni Tàpies (1923-2012) configuró en sus primeras etapas un mundo figurativo de acentos oníricos o de un rudo primitivismo que se conjuga con una densa textura por empaste, como en Zoom (1946), o por grattage o rascados, como en Composición (1947). Al mismo tiempo, su atención a la materia le llevó a la utilización de materiales diversos en composiciones de escasa referencia figurativa, como en Capsa de Cordills (1946) o Collage de les Creus (1947). El cromatismo tiende a veces a los tonos graves, dominantes en su obra madura.

En los años de Dau al Set se impuso el magicismo, que se aprecia en buena parte de las creaciones del grupo. Luces misteriosas, objetos y personajes realistas pero inquietantes, o construidos con grafismos tenues, delicados y fantásticos, incluso irónicos. El influjo de Klee y de Miró se hace perceptible.

Tras una estancia en París, en el año 1950, y a partir de la exposición celebrada en la Martha Jackson Gallery de Nueva York (1953), se inicio el reconocimiento internacional de este artista barcelonés, que siempre mantuvo una trayectoria de altísima calidad y coherencia.

A partir de esta época, los elementos figurativos desaparecen y la materia vuelve a adquirir protagonismo, sobre todo a base de polvo de mármol mezclado con látex y pigmentos, trabajada en gruesos empastes sobre los que gestos, signos (cruces, letras...) e imágenes de objetos aparecen como rastros, huellas y emblemas.

La obra del pintor y escultor catalán Antoni Tàpies se mueve en una amplia gama de registros. Con frecuencia se contraponen el refinamiento y la elegancia a la brutalidad o al gesto exasperado, así como la autobiografía y la historia colectiva de Cataluña, con unas tomas de posición y una actitud combativa en la que el compromiso social, el pensamiento oriental, el mundo de la alta cultura o el de la realidad material más cotidiana se expresan con la fuerza y el impulso de los grandes creadores.

 

 
 

7 de Novembre

1971
Técnica mixta sobre tela
234 x 150 cm
Parlament de Catalunya en Barcelona

 

FUENTES: A.A.V.V. "El informalismo europeo", publicado en
El Arte en la Segunda Mitad del Siglo XX, Barcelona, 1998, pp. 192-193.

 

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