ALFRED RETHEL

Dark Idol


 

 

 

Nacido en Alemania, el pintor Alfred Rethel (1816-1859) combinó la fuerza expresiva de los románticos con la rigurosidad académica del clasicismo, creando imágenes fantásticas con acabado realismo. Y bien podría haberse convertido en un artista de renombre de no haber sido por su muerte prematura.

A partir de los horrores de la revolución del año 1848, después de haber pintado al óleo algunos temas históricos, acomete con esfuerzo sobrehumano la más célebre de sus obras, la serie del Totentanz, acudiendo al grabado en madera como inmediata referencia a la cultura medieval.

La Leyenda del Totentanz surge a partir de los terrores y angustias a los que estuvo sometida la población europea durante la baja edad media, víctima de pestes, guerras y hambrunas. Y es retomada por artistas posteriores, hasta convertirse en el XVI en Alegoría de la Muerte y la Doncella, que marcaría profundamente al movimiento romántico por el exacerbado componente erótico con que es presentada la parca.

Rethel nos entrega entonces, una serie de fabulosas composiciones, donde los paisajes y escenarios, tanto como las figuras, están desarrolladas con impresionante maestría. Demostrando, tal como lo hicieron los maestros del renacimiento, las ilimitadas posibilidades del dibujo como genero independiente.

Paradójicamente austero y exuberante, el joven maestro teutón, se transforma en un consumado dramaturgo, cuyos personajes, reales o fantásticos, despliegan perfiles tragicómicos. Irónico, sutil, brillante y sobrecogedor, Alfred Rethel nos colma de deleite y nos recuerda que a la muerte no debemos concebirla sin la libertad y creatividad que heredamos de nuestro creador supremo.

 

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