FRANCISCO PRADILLA

26/05/2021


 

 

Nacido un 24 de julio de 1848 en Villanueva de Gállego (Zaragoza) y fallecido en Madrid un 1 de noviembre de 1921, dejando tras de sí una extensa obra, Francisco Pradilla y Ortiz fue un gran pintor, además de director de la Real Academia de España en Roma y del Museo Nacional del Prado de Madrid.

Aprendió con dos pintores decoradores en Zaragoza. En 1863 se trasladó a Madrid, donde estudió a los antiguos maestros. En 1874 fue pensionado en la primera promoción en la Academia de España en Roma junto a Casto Plasencia, Jaime Morera y Alejandro Ferrant y Fischermans, continuando después su estancia en Roma.

Su primer cuadro de importancia fue El rapto de las sabinas para las oposiciones a la pensión de la Academia española en Roma, al que siguió La reina Juana la Loca (imagen inferior, 1878) como trabajo de dicha pensión. Por este colosal cuadro obtuvo medalla de honor en la Exposición Nacional de Bellas Artes (España) de 1878 y una medalla de honor en la Exposición Universal de París de 1878.

Por encargo del Ayuntamiento de Zaragoza, realizó los cuadros de Alfonso I el Batallador y de Alfonso X el Sabio. Se superó con la realización de La rendición de Granada (imagen superior, 330 x 550 cm), de 1882, obra que destaca tanto por la limpieza de la caracterización como por la viveza de la representación y la grandeza del estilo. El cuadro ganó el primer premio en una exposición de Múnich de 1893.

 

 

Otras obras de este autor de gran interés son: El suspiro del moro, La lección de Venus al amor, y Vendimia en las lagunas Pontinas. Además de estas composiciones, Francisco Pradilla también tiene obras más pequeñas sobre la vida del pueblo, del tipo de las que realizó Mariano Fortuny.

En el Museo Carmen Thyssen de Málaga se encuentra Lavanderas gallegas (1887), otra de sus creaciones más interesantes, en la que el artista zaragozano realiza una escena de carácter costumbrista compuesta por un grupo de mujeres que se afanan en lavar la ropa en el campo.

Cabe anotar, como hemos dicho antes, que Francisco Pradilla fue el director de la Real Academia de España en Roma, si bien por poco tiempo, pues renunció al decepcionarse por los engorrosos trámites burocráticos que dificultaban su gestión y le impedían dedicarse a pintar.

Sin embargo, el 3 de febrero de 1896, Pradilla aceptó el puesto de director del Museo del Prado, hoy Museo Nacional del Prado de Madrid, siendo sustituido dos años después por el hasta entonces subdirector, el pintor Luis Álvarez Catalá, que contaba con el apoyo institucional de la reina María Cristina.

 

 

El Museo de Zaragoza acoge una exposición temporal sobre Pradilla, con motivo del centenario de su fallecimiento. La muestra, titulada Pradilla y la pintura. Contexto de una obsesión, recoge las diferentes etapas del artista aragonés, desde su formación temprana en Zaragoza y Madrid, su posterior paso por Roma, su fase como director del Museo del Prado y el reconocimiento de su obra, hasta su obsesión por la reina Juana I de Castilla y sus últimos trabajos. La exposición estará abierta al público hasta el próximo 15 de septiembre. La muestra incluye una treintena de piezas entre obra gráfica, óleo y escultura, y exhibe cuadros que ya se exponen en el Museo de Zaragoza, como el Autorretrato del propio autor realizado en 1887 -y que hoy ha presidido la presentación de la exposición- o el cuadro de La reina Juana la Loca recluida en Tordesillas con su hija (detalle en el cartel de la muestra -imagen superior-, depósito del Museo Nacional del Prado), pintado en 1907 y que constituye uno de sus principales ejemplos como artista. De hecho, la muestra se acompaña de un audiovisual que profundiza en este lienzo. Pradilla y la pintura. Contexto de una obsesión ofrece un recorrido por los hitos biográficos y pictóricos del artista y se estructura en tres apartados: el primero está centrado en la producción artística del autor, siendo una muestra representativa de todas sus etapas, géneros y técnicas; la segunda se aproxima a la obra de maestros, compañeros, discípulos y amigos para descubrir cómo era el ambiente artístico de la época y conocer en mayor profundidad la trayectoria vital de nuestro protagonista a través de las personas con las que se relacionó; la tercera, y última, se centra en la obsesión del pintor por la reina Juana I de Castilla a lo largo de toda su carrera y trata de aproximarnos a la figura de esta monarca. La exposición cuenta con una selección de obras de Pradilla procedente de los fondos del Museo de Zaragoza, como Estudio de caballo para el cuadro El suspiro del moro o Doña Pilar Villanova y también de otros autores como Retrato del doctor Lera, tallado en mármol por Ponciano Ponzano, Retrato de Santiago Ramón y Cajal de Joaquín Sorolla o Retrato de Pradilla de Alejandro Ferrant. Destacan los depósitos del Museo del Prado en el Museo de Zaragoza, caso del citado lienzo La reina Juana La Loca recluida en Tordesillas o Paisaje de Capri, ambos de Pradilla. La exposición Pradilla y la pintura. Contexto de una obsesión cuenta con obras de otras instituciones como La campana de Huesca, de José Casado del Alisal (Museo de Huesca) o Doña Juana la Loca (Museo del Romanticismo). Completan la muestra obras de la colección descendientes de Pradilla: Vista de Zaragoza, de Juan José Gárate, prestada por la Diputación Provincial de Zaragoza o La reina doña Juana la Loca: estudio histórico, de Antonio Rodríguez, de la Universidad de Zaragoza, entre otras. Dirección y horarios: Plaza de los Sitios, 6. Martes a sábado, de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas; domingos y festivos, de 10:00 a 14:00 horas.

 

 
 
El suspiro del moro

 

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