Donatello, nombre artístico de Donato di Niccolò di Betto Bardi (Florencia, hacia 1386-1466) es posiblemente el escultor más grande del Renacimiento italiano. Revolucionó la escultura tanto a través de su tratamiento inventivo de las imágenes, como de su dominio de una extraordinaria gama de materiales, incluidos mármol y piedra, bronce, madera, terracota y estuco, así como técnicas mixtas inusuales. Fue un artista que rara vez se repetía a sí mismo, luchando por la innovación y nunca apagando su sed de experimentación.

Donatello creó multitud de texturas y efectos de luz en sus esculturas. A menudo realzaba las superficies aplicando color, dorados y plateados, para así maximizar su impacto en el espectador. Su elección de materiales también habría estado influenciada por el encargo y el propósito para el que fueron hechos. La utilización de costosos dorados, como vemos por ejemplo en el busto-relicario de San Rossore, podría tener un significado simbólico y subrayar la preciosidad del objeto.

La fascinación de Donatello por el tratamiento de las superficies y las combinaciones inusuales de materiales probablemente derivó en parte de su formación inicial como orfebre. Aunque ninguno de sus trabajos de orfebrería ha llegado hasta nosotros, algunas de las técnicas que aprendió durante su desarrollo artístico temprano se pueden ver en sus esculturas posteriores.

En sus primeros años, entre 1404 y 1407, Donatello trabajó como asistente en el taller de Lorenzo Ghiberti, un importante escultor y orfebre de Florencia. Aquí, Donatello amplió su experiencia con materiales maleables como la cera y la arcilla, ideales a la hora de crear bocetos preparatorios tridimensionales para esculturas en diferentes materiales, y esenciales para el proceso de fundición a la cera perdida del bronce. La arcilla se puede presionar en moldes o modelar a mano y con herramientas para agregar volumen y refinar la forma. Una vez cocida, la arcilla se transformaba en terracota (que literalmente significa tierra cocida), que podía pintarse o tal vez vidriarse. Un ejemplo, posiblemente del joven Donatello, es la Virgen y el Niño sedentes (imagen superior), cuya superficie ahora está desnuda, conservando solo fragmentos de la superficie original pintada de colores.

El taller de Donatello también usó moldes para crear el Altar Forzori, caso del que se conserva en el Victoria and Albert Museum (V&A, Londres), que presumiblemente fue cocido con el fin de preservarlo para su uso en el estudio o para mostrárselo al patrón. El ambiente de su taller, muy unido y cohesionado, alentó un estilo consistente, lo que hace que sea difícil identificar con certeza qué terracotas tempranas son de Donatello.

Donatello era un tallador de mármol de gran talento que había adquirido una valiosa experiencia trabajando para la Ópera del Duomo (órgano encargado de las obras de la Catedral de Florencia) en el primer periodo de su carrera. Uno de los primeros encargos de Donatello para la Ópera fue el David de mármol (imagen superior), que incluye detalles, como el manto anudado, que demuestran la prodigiosa habilidad de esculpir del joven escultor. Donatello esculpió mármoles en bulto redondo y en relieve, siendo su técnica más ingeniosa en mármol el "rilievo schiacciato" (literalmente, relieve aplastado), un relieve extremadamente superficial que transmite sensación de profundidad al tener la superficie líneas que parecen dibujadas en el mármol. El mejor ejemplo de ello que se conserva es La Ascensión con Cristo entregando las llaves a San Pedro (V&A). El sentido realista del espacio del relieve se mejora mediante el uso de la perspectiva lineal, un sistema para crear la ilusión de profundidad en una superficie plana que fue una novedosa introducción en la escultura del momento.

Donatello también talló en la llamada "pietra di macigno gris" o "pietra serena" (un tipo de piedra arenisca) la Anunciación de Cavalcanti (Basílica de Santa Croce en Florencia), que está adornada con dorado.

El bronce fue el material más caro y preciado en la escultura durante el Renacimiento. Aunque se usó durante la Edad Media, Donatello revivió la imaginería clásica en bronce para adaptarse a las necesidades de su clientela renacentista. Probablemente adquirió experiencia en la producción de bronce cuando trabajó como asistente en las puertas del baptisterio de Florencia, bajo la experta supervisión de Ghiberti. Desde el principio de su carrera, creó varias esculturas de bronce, profanas y sagradas, en relieve y redondas, trabajando con diversos asistentes y especialistas, incluidos fundidores de metales. El bronce más famoso de Donatello es probablemente el David, el primer desnudo masculino en solitario (solo lleva sombrero y botas) desde la Antigüedad, que probablemente fue un encargo de la poderosa familia Médici. Probablemente también creó la escultura lúdica de Attis-Amorino para la familia Bartolini Salimbeni, socia de los Médici. Aquí se puede ver que la textura del cinturón es distinta de la tersura de la piel. Un buen ejemplo del uso de Donatello del dorado sobre bronce es el relieve que muestra el Milagro de la Mula en la Basílica de San Antonio (Padua). En esta obra realza la intrincada arquitectura del fondo con dorados e incrustaciones parciales, lo que facilita su distinción a través del contraste con el bronce más oscuro y brinda un enfoque para la escena del milagro en el centro.

El estuco es un tipo de yeso hecho de polvo de mármol mezclado con cal y otros ingredientes. Se puede utilizar para crear bajorrelieves y patrones decorativos. Al igual que la arcilla, es mucho menos costoso que el mármol o el bronce y se puede usar a través de un molde para replicar una imagen muchas veces. Donatello creó numerosas composiciones en estuco de la Virgen y el Niño, que fueron producidas por su propio taller y probablemente por otros. Estas imágenes devocionales luego habrían sido pintadas y colocadas en los hogares o en las esquinas de las calles, así como en entornos religiosos. Donatello experimentó con las posibilidades del estuco para producir los grandes tondos para la Sacristía Vieja en San Lorenzo (Italia). Estos tenían que ser modelados en el lugar, trabajando el estuco con las uñas, que ayudaban a mantener la mezcla húmeda en su lugar. Optó por dejar parte del estuco de color crema sin pintar, y colorear el resto con pintura y una técnica llamada "cocciopesto" (polvo de ladrillo), recuperada por Donatello de la Antigüedad.

El uso del vidrio por parte de Donatello combinó su fascinación por las superficies embellecidas con un significado simbólico. Su Madonna Chellini de bronce es, a la vez, una obra terminada y un molde para crear vaciados de vidrio de la misma imagen. El vidrio fundido se habría vertido y presionado en el molde para crear la réplica. El vidrio era también un material caro y particularmente relevante para esta representación mariana, a la que se comparaba con un recipiente transparente. Se pensó que el espíritu de Dios podía pasar a través de ella dejándola inmaculada, así como el vidrio puede ser atravesado por la luz sin corromperse.

La Madonna del Perdono (imagen superior), también de mármol, fue realizada para la catedral de Siena. En este caso, la obra presenta una especie de astillas en forma de media luna en el fondo, de un vidrio azul intenso. Estos adornos mejoran la perspectiva del fondo, mientras que la textura brillante y el color oscuro del vidrio contrastan con el mármol blanco. La elección del vidrio azul no es casual, ya que este color se asoció con María como emperatriz: el azul se usaba comúnmente para representar su manto en pinturas y esculturas.

Donatello también produjo otro innovador diseño para una vidriera monumental de la Catedral de Florencia, que desafió a los vidrieros del momento por su uso del claroscuro (efectos de luz y sombra).

Donatello explotó la madera como material para algunas de sus imágenes religiosas más conmovedoras, que evocan el largo sufrimiento de los santos María Magdalena y Juan Bautista (imágenes superiores), conocidos por su naturaleza autodisciplinada. Después de ser esculpida, la madera se recubría con "gesso", un tipo de estuco hecho de yeso, que actuaba como imprimación para la pintura. Luego se aplicaba la pintura para realzar la apariencia naturalista de la figura. También permitía al artista cambiar la apariencia de la madera, enmascarando o exagerando su textura. En el caso de la Magdalena de Donatello, el yeso se colocó en capas gruesas y se usó para modelar el cabello, con clavos debajo para brindar estructura y soporte.

La búsqueda de impresionantes efectos visuales y combinaciones novedosas estuvo en el corazón de algunos de los experimentos escultóricos más atrevidos de Donatello. El relieve conocido como Madonna dei Cordai (imagen inferior) se le atribuye con frecuencia por su estilo y sorprendente disposición de los materiales. La imagen de estuco de María con el Niño reposa sobre un panel de madera, y se decora con pintura, dorado y punzones decorativos. Para adornar el fondo, se ha aplicado a la madera, con cera y cola, cuero recubierto de plata barnizada y vidrio. La combinación idiosincrásica de estos materiales ha provocado lamentablemente su mal estado de conservación, que no permite apreciar en su totalidad su llamativo efecto original.

Otro ejemplo es la Madonna Piot de Donatello, donde el fondo está decorado mediante una serie de círculos rojos con imágenes en cera de jarrones y la paloma del Espíritu Santo, probablemente aludiendo al papel de María como recipiente puro e inmaculado. Solo unos pocos de dichos círculos sobreviven y la mayoría han sido reemplazados por metacrilato. El relieve mariano en terracota fue originalmente dorado, lo que habría creado un sorprendente contraste entre el dorado reflectante y los círculos de colores.

La inusual combinación de materiales realizada por Donatello también se puede ver en obras como el Púlpito de Prato, realizado durante su colaboración con el escultor y arquitecto Michelozzo en las décadas de 1420 y 1430. La obra combina un relieve de mármol con un fondo de mosaico. Las teselas están hechas de una combinación de pasta de vidrio tradicional y pequeñas secciones de placas rotas, pudiéndose ver todavía pequeños patrones azules y blancos en algunas de ellas. De manera similar, en la Cantoria de la Catedral de Florencia, pequeños discos de pasta de vidrio coloreada contrastan con el mármol, creando una textura brillante.