La Plaza Mayor de Alcaraz es quizás uno de los conjuntos más bellos de la provincia de Albacete y la mayor muestra de lo que fue la ciudad en tiempos pasados. Su acceso es impresionante: entrando desde la calle Mayor sorprende con las dos esbeltas torres que se levantan en la prolongación de su eje, y luego, los tres edificios que forman su estructura, las lonjas del Corregidor o de Santo Domingo, de la Regatería o del Pósito, y de la Aduana o del Ahorí, junto con el arco de Zapatería que enlaza las dos últimas y por donde se sube a la acrópolis.

En la plaza llamada del Cementerio y contigua a la monumental Plaza Mayor, se encuentra la Iglesia de la Trinidad cuya torre, junto con la popularísima de El Tardón, forma uno de los rincones más bellos de la vieja ciudad; la misma que vio nacer a uno de los grandes arquitectos del renacimiento español: Andrés de Vandelvira, quien dejó en su ciudad una huella más amplia que la considerada tradicionalmente.

Precisamente, la torre de El Tardón es la única obra de la provincia de Albacete donde está documentada la intervención de Andrés de Vandelvira. El ayuntamiento le manda llamar en el año 1568 para que fuera a tasar la obra, y seis años más tarde, en 1574, consta que había dado las trazas del cornisamiento e infantones del remate. Toda la obra posee el sello inconfudible de Vandelvira.

Sanz Gamo atribuye a Andrés de Vandelvira el Baptisterio de San Sebastián -un pequeño edificio de planta centrada adosado a los pies de la iglesia a finales del siglo XVI y cuya inscripción exterior, en la fachada que da a la Plaza Mayor de Alcaraz, ostenta la fecha de 1592- la portada que se abre a la plaza del Cementerio y varios elementos arquitectónicos existentes en la Iglesia de la Trinidad.

FUENTES

SANZ GAMO, Rubi. "Consideraciones en torno a la Plaza Mayor de Alcaraz", Al-Basit, Revista de Estudios Albacetenses, Albacete, nº 5, 1978, pp. 131-140; "Construcciones Vandelvirescas en Alcaraz", Al-Basit, Albacete, nº 0 y 1, 1975, pp. 76-84.