LA OBRA DE ANDRÉS DE VANDELVIRA (II)
PARROQUIA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN - HUELMA (JAÉN)

Fernando Chueca Goitia


 

 

El templo parroquial de Huelma puede figurar entre los mejores de la provincia de Jaén, ya que constituye grupo con una serie de espléndidos monumentos arquitectónicos que se construyen en esta región durante la segunda mitad del siglo XVI, en los cuales interviene de manera más o menos directa, la poderosa personalidad de uno de nuestros primeros arquitectos del renacimiento, Andrés de Vandelvira, natural de Alcaraz (Albacete). 

La construcción debió ser iniciada en estilo gótico decadente y tardío, del que quedan ciertas señales en arcos apuntados y en las bóvedas del crucero que preceden al presbiterio. No siguió la obra según las directrices previstas porque ya el nuevo estilo renacentista se había impuesto en toda la región y brillaba con esplendidez en ciudades como Baeza, Úbeda o Jaén. Andrés de Vandelvira se ocupó de la ordenación y trazas del templo.

Se trata de una grandiosa iglesia de tres naves con cabecera recta y cuatro tramos en su desarrollo longitudinal. Estructuralmente es una llamada iglesia de salón; es decir: una en que las naves se abovedan a la misma altura, solución muy en boga en las últimas etapas del gótico y en los comienzos del siglo XVI, pues tiene la ventaja de equilibrar todas las tensiones y lograr edificios relativamente ligeros, muy estables y de gran diafanidad interior.

Vandelvira en esta obra, como en casi todas las suyas, adopta para los abovedamientos las bóvedas vaídas. Fue el maestro que mejor las trata y con más variedad las decora. En Huelma, algunas están decoradas con recuadros, casetones, figuras, etcétera, del gusto más típicamente vandelviresco. Los pilares, siguiendo la fórmula de Siloé en la Catedral de Granada, son compuestos de estilo clásico. En torno a un núcleo cuadrangular tratado como pilastras, se adosan cuatro medias columnas correspondientes a cada una de las caras del pilar. Estas medias columnas, en Huelma, son de fuste liso y orden corintio, con capiteles de gran belleza y delicada talla.

La última bóveda a los pies de la iglesia quedó incompleta y se cerró más tarde con materiales más pobres y diseño más torpe. A los pies del templo se inició una solidísima torre de enorme basa, lo que hacía presumir una estructura gallarda y altiva que no llegó a ejecutarse. Después del tercer cuerpo, se remató con un vulgar ochavo que hace las veces de campanario y que desdice del estilo arquitectónico con que se había iniciado.

Exteriormente, la iglesia es muy sobria y sus grandes muros se animan por un orden de pilastras corintias. Los paños inferiores son ciegos y en la parte alta se abren las ventanas con guarniciones clásicas que dan iluminación al templo y valoran admirablemente las bóvedas. La portada principal se abre en el costado de la Epístola y es de gran elegancia clásica, constituida por un hueco rectangular coronado por frontón clásico y con dos nichos a los costados dentro de un marco de molduras que llevan encima medallones cóncavos. Esta portada lleva las armas del obispo Tavera, que ocupó la silla de Jaén antes de la Primada de Toledo. 

 

 

FUENTES

CHUECA GOITIA, Fernando. "La Iglesia Parroquial de Huelma, Obra de Andrés de Vandelvira", en Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, nº 172, 1999, pp. 979-981.

 

Fotografías de Ángel del Moral Gómez y Paco Serrano

 

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